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miércoles, 8 de febrero de 2012

Unos 200 menores inmigrantes malviven en naves y casas insalubres en Barcelona

En Barcelona malviven cerca de 200 menores inmigrantes. Duermen donde pueden, ya sea en naves industriales, en pisos sobreocupados o en casas insalubres. Unos 500 adultos se encuentran en esta misma situación. Desalojos como el de una fábrica del Poblenou el noviembre pasado no han supuesto un punto y aparte a este fenómeno, sino todo lo contrario: ahora, las personas que dormían allí se han tenido que dispersar por el barrio.
Así lo ha denunciado la Síndica de Greuges de BarcelonaMaria Assumpció Vilà, de acuerdo con los datos facilitados por entidades que trabajan sobre el terreno y que se han quejado a Vilà de la situación que este colectivo inmigrante sufre.
Según las investigaciones de estas entidades sociales, que apoyan a las personas inmigrantes sin trabajo o sin hogar, hay 711 que malviven en Barcelona, 199 de las cuales son menores de edad.

Badajoz, segunda parte

Proponen que se les ayude a regularizar su situación o que se permita el regreso a su país de origenUn caso paradigmático fue el de la nave industrial desalojada en la calle Badajoz, número 112, en el distrito de Sant Martí, en el que hasta noviembre pasado vivían una veintena de subsaharianos "sin las condiciones mínimas de salubridad y seguridad", según confirma la Síndica. "La mayoría de las personas que la ocupaban viven ahora en otra fábrica en desuso en iguales condiciones de miseria", recojge M. Assumpció Vilà en su informe.
Hasta ahora, el Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido a estas personas servicios de comedor, duchas, servicios sanitarios, cambio de ropa y alguna estancia temporal en un albergue, como si se tratara de un servicio para personas sin hogar.
Ahora bien, según denuncian las entidades, esta intervención es "insuficiente" y proponen que se les ayude a regularizar su situación o que se permita el regreso a su país de origen, opciones que no son de competencia municipal. La Síndica ha detectado una "incoherencia" entre la actuación de la Guàrdia Urbana, que multa a quienes recogen chatarra o se dedican a la venta ambulante, y la oferta de servicios sociales.