PÁGINAS

martes, 4 de septiembre de 2012

Un indigente cumple cadena perpetua encubierta en situación terminal

Caramel Guillén tiene 46 años y cirrosis hepática en fase terminal. Permanece en prisión desde 1997 y un abogado, Martín Elíseo, está intentando sacarle de la prisión Sevilla-I donde actualmente cumple condena, aunque según el letrado, tendría que haber salido hace tres años, o "dándole la razón a los cálculos de Instituciones Penitenciarias, a finales del pasado mes de agosto".
"Estamos hablando de una cadena perpetua encubierta -aseguró Elíseo-. La única diferencia entre él y Josu Uribetxeberria Bolinaga, es que no tiene detrás una organización que presione".
"Vigilancia Penitenciaria no sabe los delitos que se le imputaron"
En rigor, Caramel Guillén no tiene a nadie. Ni delitos de sangre. Ni nada. Era indigente cuando entró en prisión, acumulando varias condenas por delitos relativamente menores. Tendría que haber salido en libertad en 2009, pero no fue así. Siguió en la trena, en virtud de que debía pagar a pulso 18 años de cárcel y 45 días de multa, según la versión oficial. Sin embargo, tan sólo tendrían que haber sido 11 años, 7 meses y cinco días, según el recuento de su actual defensor. El togado malagueño se ha hecho cargo de su caso por estricta filantropía, ya que ni siquiera pertenece al grupo de abogados de oficio cuyo servicio penitenciario está interrumpido desde la pasada primavera ante la falta de acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Gobierno estatal sobre el protocolo que rige en dichos casos.
"Vigilancia Penitenciaria no tiene ni siquiera idea de los delitos que se le imputaron. Esto es un desastre", declaraba ayer Martín Elíseo a Público.
El pasado viernes, presentó un recurso de habeas corpus para que se resolviera su caso pero lo más que logró fue que le concediesen un permiso de dos días: "Esto no resuelve el fondo del asunto", protesta hoy lunes, cuando todavía espera noticias de los juzgados de Sevilla, una vez que se reincorporasen a sus despachos los funcionarios que llevan este asunto. El viernes, estuvo allí junto con Miguel Montes Neiro, quien hasta la pasada primavera, pasaba por ser el reo común más antiguo de España, desde que fuera encarcelado en 1979 e hicieran falta tres indultos de dos gobiernos diferentes para sacarlo de prisión a sus 62 años de edad.
"Ha sido muy reivindicativo y por eso ha estado siempre muy aislado dentro de prisión""En el interior de la cárcel, se encuentra en una celda, rebajado, pero ya no está en enfermería. Su estado de salud es muy malo y no está recibiendo el tratamiento médico que necesita. El ha sido un preso muy reivindicativo y por esa razón ha estado siempre muy aislado dentro de prisión".
Hay otro problema en el horizonte. ¿Qué ocurrirá si sale efectivamente de prisión?: "No tiene donde ir. Supongo que intentará salir adelante con el subsidio, pero lo importante es que se haga justicia y que no esté más tiempo en la cárcel del que legalmente le corresponde", concluye Martín Elíseo.