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miércoles, 31 de julio de 2013

Comunicado de la Federación de Asperger España ante la LOMCE


José Ignacio Wert, el Ministro peor valorado de la historia reciente de España que promueve la LOMCE
José Ignacio Wert, el Ministro peor valorado de la historia reciente de España que promueve la LOMCE
La Federación Asperger España (F.A.E.), ante la aprobación de la reforma educativa del Ministro de Educación del actual Gobierno de España, conocida como Proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Enseñanza – LOMCE –, desea comunicar su preocupación por las consecuencias que conllevará su implantación para los/as alumnos/as con necesidades educativas especiales o de apoyo educativo, especialmente aquellos que, como ocurre con el Síndrome de Asperger y otros Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), no tienen retraso cognitivo pero sí presentan una discapacidad social o de la comunicación a menudo “invisible”.
En nuestra opinión, la nueva propuesta supone un retroceso en cuestiones tan importantes como la equidad y formación integral de los niños y jóvenes con diversidad funcional, y sigue haciendo invisible a un sector muy importante de la población. El proyecto de la LOMCE no sólo les aparta todavía más de los centros ordinarios y de los itinerarios considerados de “éxito”, sino que también ignora el artículo 24 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la propia Constitución (artículo 27.2). La educación inclusiva exige a la sociedad que eduque a sus hijos/as en el respeto a la diversidad, necesidades y aptitudes, características y expectativas de aprendizaje de todos los alumnos, poniendo gran énfasis en lo que la diversidad aporta a todos los demás: la inclusión no beneficia únicamente al alumno con diversidad, sino a todos los alumnos. Los niños con diversidad aportan y mucho a nuestro sistema educativo, y para conseguir esto hay que diseñar obligatoriamente leyes educativas inclusivas.
Considerando que el sistema educativo debe velar por la calidad y la equidad del alumnado, creemos que el fomento de la competitividad y los dones (los discutidos “talentos”) tal y como se recoge en la LOMCE, nos alejan en gran medida de la igualdad y el respecto a la diversidad neurológica y de capacidades, para fomentar la divergencia y la segregación del alumnado que, aun teniendo talento y capacidades de sobra, no alcanza el rendimiento académico esperado cuando éste se valora en base a conceptos como “éxito”, “fracaso”, “empleabilidad”, “competitividad”, etc.
Echamos en falta términos y conceptos humanitarios, sociales y de derechos inalienables: no se garantiza nada, se “tratará de” que los alumnos que no tengan un rendimiento adecuado cuenten con programas específicos que “mejoren sus posibilidades” de continuar en el sistema. La sucesiva encadenación de pruebas evaluadoras externas, ya aplicadas en algunas Comunidades Autónomas sin respetar el derecho de los alumnos con necesidades educativas especiales a realizarlas con adaptaciones ajustadas a sus características, hace temer una derivación sistematizada a programas de refuerzo separados del resto de los alumnos, o a la Formación Profesional Básica, con menos contenidos pero en la que no se trabajará ya sobre los déficits nucleares en la inteligencia socioemocional, las habilidades sociales, y la función o inteligencia ejecutiva, que son los verdaderos limitadores del “rendimiento académico”.
Con la aprobación de esta ley, nos tememos que la sociedad española, que todavía estaba recorriendo el camino hacia la inclusión y la igualdad, se transforme en una sociedad con una enseñanza desigual; desigualdad de currículos divergentes y devaluados desde las etapas más tempranas, con reválidas y muchos consejos orientadores pero con pocos recursos educativos de compensación de desigualdades. Por ello, solicitamos la retirada de la reforma y un cambio de orientación que retome la senda de la atención a la diversidad y la inclusión educativa.
Citando a Enrique Javier Díez Gutiérrez, profesor de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de León:
Este prejuicio sin fundamento es el que ha asentado, hasta épocas recientes, que a las personas con diversidad psíquica o funcional no se las educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil y un despilfarro de recursos, pues no tenían “talentos aprovechables”. No podemos volver a prejuicios ya superados sobre el modelo de los supuestos “talentos”, que considera la inteligencia como algo innato e inamovible y que afirma, en contra de la investigación y la experiencia en este campo profesional, que lo adecuado es clasificar a las personas para dar a cada una vía diferente según el juicio que alguien determina en edades tempranas de los niños y niñas. Esto fue lo que llevó a determinar a temprana edad que Albert Einstein no tenía talento y era un fracaso escolar. (…)
Como cita la propia LOMCE, todos los alumnos tienen un sueño, todas las personas jóvenes tienen talento, pero no todos pueden alcanzar ese sueño sin respeto y sin apoyo.