A pesar del hecho incuestionable que supone que el Sovaldi (Sofosbuvir) no supone innovación terapeutica alguna (como ha demostrado la reciente sentencia de la Oficina de Patentes india), lo que deberia de haber llevado a todos los actores a denunciar la patente de Gilead en el marco de la Unión Europea, existe un extraño consenso entre sociedades médicas, Organización Medica Colegial y gobierno, para seguir negandose a fabricar el genérico, única forma de ofrecer el tratamiento a los cientos de miles de afectados potenciales del estado español.
Hoy mismo, en las jornadas sobre hepatitis C organizadas por la OMC, han podido oirse las "razones de peso" de Farmaindustria contra la fabricación del genérico, coincidentes con las de los dos grandes partidos PSOE y PP: España no es tercer mundo, aquí no se expropian las patentes, eso lo hacen paises tercermundistas como Brasil o India(gracias a los cuales hace años se pudo surtir de antiretrovirales para el VIH a millones de personas del tercer mundo).
Para Humberto Arnés, presidente de Farmaindustria, el Gobierno "ha solucionado magníficamente bien" la cuestión de la hepatitis C.........................Respecto a las patentes ha defendido que "son el mecanismo más eficaz de defensa de la investigación. Dan exclusividad, pero también apertura de datos, conocimiento compartido, competencia y bajadas de precios". Y ha finalizado: "No confundamos precio con valor. Si España quiere jugar a lo que hacen en India o Brasil... Es una barbaridad hablar de expropiación de patentes: nos convertiríamos en un país no desarrollado".
Estas declaraciones se producen en un momento en el que las cinco farmacéuticas españolas que cotizan en bolsa (Almirall, Grifols, Zeltia, Rovi y Faes Farma) han anunciado que han ganado casi 1.000 millones de €, 2,6 veces mas que en 2013, el beneficio mas alto de toda su historia. Mientras miles de pacientes continuan sin tratamiento para la hepatitis C.