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miércoles, 24 de febrero de 2016

La realidad de las residencias de ancianos

El impulsor de la Oficina de Defensa del Anciano, Marcelino Laruelo, pretende denunciar con su actividad las irregularidades que sufren los mayores en las residencias de ancianos y colaborar para mejorar sus condiciones de vida. Laruelo, cuya madre padece Alzheimer desde hace 16 años, critica la opacidad de los centros asistenciales y reclama a los políticos que se preocupen por los problemas de la llamada tercera edad con medidas concretas como el fin de la hipoteca post mortem o limitar el coste de una residencia pública a un 75% de la pensión.


> 'Los políticos deberían pasar un mes en uno de esos hospitales clandestinos llamados residencias, 12h amarrados a una silla…'


- El envejecimiento de la población puede considerarse un éxito del desarrollo, pero también constituye un reto para la sociedad. ¿Está nuestra sociedad adaptada a las necesidades de los mayores incluyendo su participación social y su seguridad?

Además de por su capacidad económica, hay que distinguir entre los ancianos en plenitud de sus facultades mentales y los que no. Las residencias de ancianos se han convertido en hospitales clandestinos al margen de la sanidad pública. Los ancianos de hoy son los niños que sufrieron la guerra y la posguerra, los que levantaron este país, gente trabajadora y ahorradora. Están en el punto de mira de toda clase de timadores y aprovechados, incluidas, por desgracia, las administraciones públicas, bien sea por acción o por omisión.

- ¿Cómo valora la ley de dependencia?

Fue un hito del gobierno de Zapatero, pero cada vez que se reúne el ministro con los consejeros autonómicos de la cosa es para pegarle un hachazo. Luego, en cada autonomía, crean su propio laberinto burocrático. En Asturias, por ejemplo, el cuestionario para solicitar la revisión del grado de dependencia, que tendría que ser de oficio, parece hecho por la Gestapo.

- Últimamente ha habido noticias relacionadas con el maltrato a ancianos en distintas residencias o centros asistenciales. ¿Son casos excepcionales o debemos dar la voz de alarma?¿Cuántos casos de maltrato afectan a este colectivo al año?

Se sabe poco de lo que ocurre de día y no se sabe nada de lo que ocurre de noche. Hay muchas formas de ocultar los malos tratos a ancianos indefensos. Se descubrieron criminales en las residencias por casualidad (caso de Olot), gracias a las imágenes de una cámara. Habría que empezar por prohibir amarrar a una silla a los ancianos e instalar webcams para que la familia pudiera comprobar en todo momento cómo está. Es cuestión de voluntad política, no de dinero.

- ¿Considera transparente la gestión de las residencias de ancianos? ¿La administración lleva a cabo una correcta inspección de las mismas?

En Asturias, el organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos que gestiona residencias propias y plazas concertadas en las privadas, cobra 2.870 euros/mes por una habitación doble, no envía las facturas mensuales, no elabora las memorias anuales económicas y de gestión, no hay noticia de que alguna vez haya tenido una auditoría externa... Opacidad absoluta. Funcionario no come funcionario, las inspecciones son escasas e inoperantes, salvo que intervenga el juzgado, y aún así.

- ¿Son visibles los problemas de la llamada tercera edad?

Los ancianos con alzhéimer y otras demencias son víctimas de maltrato, discriminación sanitaria e incautación de bienes. Se suele decir que están mejor tratados los presos en la cárcel y, además, es gratis. Varios millones de españoles, enfermos y familiares, están sufriendo lo no escrito en medio de una total indiferencia.

- ¿Por qué cree que no se suela hablar de la violencia de género en la tercera edad?

El nivel de obtusidad e hipocresía es muy elevado: abusar y violar a ancianas en una residencia la noche de Nochebuena, matar a tiros a un niño negro, abusar y violar a mujeres en Nochevieja en Colonia, el burka..., es machismo, es violencia, es barbarie y es inadmisible. Los hechos y la respuesta dan idea de la regresión social que vivimos.

- La OMS calcula que entre 2015 y 2050, la población mundial mayor de 60 años pasará del 12% al 22%, alcanzando los 2.000 millones. ¿Cree que crece al mismo ritmo su peso en las decisiones de la vida pública?

A los políticos, lo que les importa no es solucionar los problemas, sino sobrevivirlos. No es lo mismo estar prejubilado, sano y con una buena pensión, que ser viuda, con alzhéimer y 600 euros al mes (o menos). En España, en mi opinión, bajará la esperanza de vida porque las mujeres han nacido ya en ciudades contaminadas, tienen muchas tareas y preocupaciones, y han cogido muchos malos hábitos de los hombres.

- ¿Considera que los distintos partidos políticos se ocupan como es debido de los mayores en sus programas electorales?

Los programas electorales de los partidos están hechos de papel y el papel lo aguanta todo. Otra cosa es repartir con justicia el “trigo” que haya. Deberían de pasar un mes en uno de esos hospitales clandestinos llamados residencias de ancianos, doce horas al día amarrados a una silla… Pues hay muchas posibilidades de que todos acabemos así.

- ¿Cuáles son las necesidades prioritarias de los mayores?

Hay que acabar con el maltrato, el abuso, la discriminación social y sanitaria, y la incautación de bienes. A ningún anciano en España que esté en una residencia pública se le debería de cobrar más del 75% de lo que tenga de pensión –se ha colocado esta petición en Change.org-, previas las deducciones familiares que le correspondan. Poner fin a la hipoteca inversa post morten de las deudas con las residencias públicas. Los ancianos tienen que unirse, ayudarse y defenderse mutuamente. Ocuparse más de llevarle un caldo al vecino de portal enfermo que de si baja o sube la bolsa en China. Está en juego su libertad, su autonomía y su economía.