PÁGINAS

viernes, 16 de febrero de 2018

El fraude del llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP)

Teresa Gómez-Limón, doctora en Psicología

Muchas mujeres en situación de separación o divorcio habrán tenido que enfrentarse a que los abogados de su pareja e incluso algunos peritos judiciales acusen a las madres de causar en los niños el "Síndrome de Alienación Parental".

El término "Síndrome de Alienación Parental" (en adelante utilizaremos el acrónimo SAP) fue acuñado y definido por primera vez por el psiquiatra Richard Gardner en 1985. La difusión y defensa del SAP fue la principal actividad intelectual de este autor, que publicó a lo largo de 25 años 30 libros en su propia editorial, Creative Therapeutics. Incluso sus referencias bibliográficas casi siempre son "auto citas". Su principal actividad no fue clínica, sino que era contratado en litigios por la custodia de los hijos/as, como perito de parte de progenitores/padres de familias acomodadas. Testificó en más de 400 casos de custodia infantil.

Gardner desarrolló su teoría mientras trabajaba como asesor para hombres acusados de abusar sexualmente de sus hijos/as. Mantiene la idea de que el niño/a abusado debe permanecer con su abusador pues, según él, alejar al niño/a de quien lo abusa sexualmente hará inútil todo intento de terapia con el abusador. Asegura, además, que la permanencia del menor con su abusador debe acompañarse por un constante reforzamiento en el niño/a de la idea de que no existen padres perfectos.

Para Gardner el SAP lo padecen los niños/as, que son los "enfermos". Afirma que los síntomas son los mismos en todas las edades, obviando el complejo desarrollo del niño/a y eliminando de un plumazo todas las teorías del desarrollo infantil.

La teoría de Gardner no tiene ninguna validez científica. Por ello, jamás fue reconocida por las dos instituciones más prestigiosas en el mundo en términos de salud y trastornos mentales: la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría.

¿En qué consiste el SAP, según Gardner? Se refiere a la "programación" o "lavado de cerebro" hecho por un progenitor, casi siempre la madre, con el fin de "denigrar" y "vilipendiar" al otro progenitor, casi siempre el padre, lo que justificaría la resistencia del niño/a a mantener una relación con dicho progenitor, incluso en los casos en que exista una denuncia por maltrato o abusos sexuales hacia el menor.

¿Por qué el SAP atribuye el papel de responsable de este "síndrome" de los hijos a la madre? Dice Gardner que, generalmente, se trata de madres paranoicas que están profundamente obsesionadas con el odio hacia sus maridos. ​Este odio aparece después de la ruptura del matrimonio en el contexto de un juicio de divorcio o por la custodia de los hijos/as. Afirma que estas madres pueden creer en las situaciones más absurdas, incluso que sus hijos/as han sido abusados sexualmente por el padre y, aunque se les explique en el tratamiento que esto es imposible, no responden a la lógica o a las apelaciones a la razón. Los hijos/as a menudo comparten estas fantasías paranoides y llegan al extremo de ser presos del pánico ante la perspectiva de tener que visitar a su padre. Se trata de un vínculo patológico entre la madre y los niños/as que no puede ser cambiado por el tratamiento mientras éstos continúen conviviendo con su madre. Sin lugar a dudas existe un sesgo de género en los planteamientos de Gardner, ya que éste señala a la mujer como principal agente causal del SAP.         

Uno de los planteamientos más "asombrosos" que propone Gardner es la terapia para acabar con la supuesta "programación" y que él mismo denominó "terapia de amenaza" y que consiste en amenazar al niño/a con encarcelar o quitar las visitas con el progenitor con el que el niño tiene el vínculo más estrecho (generalmente la madre), lo que fuerza a éste a aceptar la relación con el progenitor litigante (generalmente el padre). Recomienda a los juzgados periodos de prisión u hospitalización tanto para la madre como para el niño.

Gardner refiere que los terapeutas del SAP constituyen una nueva figura profesional, aunque no determina qué capacitación deben tener, pero han de ser especialistas en "amenazar", siendo diferentes a los terapeutas de salud mental y su enfoque ha de ser autoritario y forzar a los niños/as a visitar al padre.

Para Gardner el terapeuta debe ser el mismo que actúa como perito forense, lo que está completamente contraindicado en cualquier caso de peritaje. Asimismo, a los demás profesionales que intervienen en el peritaje, como abogados del supuesto alienador [la madre], jueces, psicólogos, médicos, les asigna el papel de falsos o ingenuos.

La terapia para Gardner consiste en «desprogramar» al niño​/a y obligarle a aceptar al padre rechazado. Para alcanzar este objetivo el autor sugiere visitas obligatorias al padre y, en los casos más extremos, el cambio de custodia en favor del padre.
Las principales críticas al SAP son:

Es un método anticientífico

Gardner basa su teoría exclusivamente en una percepción personal y no presenta estudios fiables, por lo que sus argumentos han de ser considerados falacias. Sus trabajos sobre el SAP nunca fueron aceptados por ninguna Universidad o Sociedad Científica. Como ya dijimos al principio, Gardner publicó todos sus libros en una editorial de su propiedad, Creative Therapeutics. Esta editorial nunca publicó libros de otros autores

Los criterios diagnósticos son ambiguos e indefinidos

Gardner describe un conjunto de signos y síntomas que no responden a una etiología u origen, a un trastorno definido que los cause. Las manifestaciones del niño/a se traducen falsamente como síntomas clínicos. Encuentra una sola causa del rechazo de un progenitor por parte del niño: el lavado de cerebro. El conjunto de los ocho síntomas del SAP se considera igual para todas las edades, obviando el complejo desarrollo del niño.

No es un concepto de salud mental sino jurídico

El SAP no es diagnosticado fuera de un litigio por custodia. ​El primer objetivo de Gardner es la aceptación de sus ideas en los tribunales y no un tratamiento clínico. Es un artefacto psico-jurídico diseñado con propósitos misóginos, instrumentado por maltratadores en relaciones de violencia para desacreditar el rechazo justificado que sienten ciertos niños/as hacia su agresor.

Un perito de salud mental no deben decidir sobre una acusación de maltrato o abuso

La veracidad de las acusaciones de maltrato o de abuso sexual infantil es algo que debe decidir un juez en un juicio. Los peritos psicólogos no están en condiciones de decidir si el hecho ocurrió realmente o no. En vez de investigar los motivos del rechazo del niño hacia su padre, Gardner y su SAP da por supuesto que este niño/a fue influenciado por un adulto ya que no considera natural que un niño/a pueda rechazar a su progenitor.

Transgrede la ética profesional

Gardner propone que el tratamiento del SAP lo realice el mismo perito que diagnostica el SAP. El secreto profesional no existe para el SAP. Según los códigos de ética de los psicólogos y psiquiatras en los países occidentales, el profesional que testifica como perito en un juicio debe ser imparcial y no puede realizar un tratamiento psicoterapéutico a las partes del juicio. Cuando un psicólogo testifica como perito en un caso de maltrato o abuso sexual informa sobre lo que observó en el niño/a pero no puede pronunciarse sobre la existencia o no del abuso sexual ni a favor de quien debería ser otorgada la custodia.

Es un método misógino

A Gardner se le cuestiona la adjudicación del papel de progenitor alienador siempre a la madre y no al padre. Se le critica la identificación del progenitor materno y del niño/a como patológicos, mientras que el padre siempre es la parte "sana", sin ninguna evaluación psicológica, por ello se justifica como terapia el cambio de custodia de la madre hacia el padre. El SAP colabora en la construcción de un estereotipo social de la madre malvada, manipuladora y vengativa dispuesta a todo con tal de separar a un padre bondadoso de sus hijos/as. ​La mujer aparece como la causante del SAP, que presenta a las madres como constantes inventoras y generadoras de denuncias de abuso sexual.

Vulnera los derechos del niño

La utilización del SAP como argumento puede tener graves consecuencias para los niños/as que buscan protección y defensa legal en los juzgados. Presupone que los menores mienten, no se respetan sus manifestaciones y se minimizan situaciones de abuso y maltrato. No se da credibilidad a las manifestaciones de los niños/as ni de sus madres. El SAP viola los derechos del menor aprobados por la Convención sobre los Derechos del Niño. La salida de los niños del hogar materno para ir a vivir con un padre al que temen deja una huella traumática que dura muchos años.

Desgraciadamente, el SAP todavía hoy en nuestro país es utilizado como defensa por algunos progenitores/padres que han sido alejados de sus hijos por causas judiciales. Algunos profesionales afirman que en la crítica del SAP existe una "lucha de géneros". Esto es completamente falso. No es preciso ser feminista para denunciar que la teoría de Gardner es una falacia y su SAP un auténtico fraude. Pero es cierto que esta herramienta, además de ser una estafa, es utilizada por los sectores machistas para acusar a las mujeres y quitarles a sus hijos/as. Es una muestra más de la lucha que tenemos que librar las mujeres en todos los campos y también respecto a la custodia de los propios hijos, incluso en los casos de maltrato y abuso. NO LO DEBEMOS PERMITIR