jueves, 9 de enero de 2014

En apoyo al CSOA La Casika

De nuevo el Centro Social Okupado y Autogestionado La Casika se encuentra bajo amenaza de desalojo. Y una vez más ocuparemos las calles para defenderlo.

En 1997 un grupo de jóvenes mostoleños, cansados de no tener espacios donde poder desarrollar de forma autónoma sus inquietudes, decidieron okupar una vieja casa del centro que tras muchos años abandonada comenzaba a venirse abajo. Nacía así el CSOA La Casika, un centro multiusos dedicado a la realización de numerosas actividades culturales, formativas y de ocio alternativo. También viene funcionando como punto de reunión y encuentro de numerosos colectivos (antifascistas, feministas, ecologistas, vecinales, anticapitalistas, etc). Tras más de tres lustros de funcionamiento, La Casika se ha convertido en un referente sociopolítico y cultural de Móstoles, llegando a ser un símbolo internacional del movimiento okupa.

Precisamente por esto, La Casika está en el punto de mira del Ayuntamiento desde que el PP llegó a la alcaldía. La derecha, heredera del franquismo, no tolera la disidencia y tiene terror a la organización popular en los barrios (el Ayuntamiento de Alcorcón está poniendo todas las trabas burocráticas posibles a la labor de la Red de Solidaridad Popular, llegando a amenazar con sanciones si procedían al reparto de alimentos y ropa entre familias trabajadoras necesitadas por culpa de la crisis. Todo lo que escape a sus instituciones caritativas supone un peligro para ellos).

Quieren desalojar La Casika y además dos activistas sociales de nuestro pueblo han sido señalados arbitrariamente como responsables del centro, enfrentándose a durísimas sanciones económicas. No podemos consentirlo.

Todo esto se enmarca dentro del escandaloso aumento de la represión policial y judicial que estamos sufriendo, y que el gobierno del PP pretende apuntalar con la reforma del Código Penal y la nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Tenemos que responder de forma contundente y unitaria a todos estos ataques. Porque la única manera de frenar la represión es mediante la organización, la solidaridad y la lucha.

¡LA CASIKA NO SE TOCA!
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