martes, 24 de abril de 2018

La pusilanimidad de la izquierda

La corrupción atenaza nuestra sociedad, dilapidando los recursos que generamos entre todas para beneficio de los de siempre. Tenemos claro que la corrupción se alimenta fundamentalmente de pelotazos urbanísticos y de las mordidas en las contrataciones públicas. Así lo denunciamos, pero allí donde gobernamos, nos negamos a poner fin a las mordidas a través de la gestión directa de los servicios públicos y seguimos desarrollando los planes urbanísticos diseñados para las constructoras.

Reivindicamos que hay que recuperar la calle para los vecinos, pero en los grandes municipios que gobernamos la gentrificación galopa descontrolada. Denunciamos la Ley Mordaza pero reprimimos a quienes nos sacan los colores y ante el resurgir de viejas tragedias, las soluciones de siempre

Llevamos años de juzgado en juzgado arropando a los compañeros y defendiendo que huelga no es delito, y ahora aparece Unai Sordo para aclarar que en España no hay presos políticos. Los diez de Carabanchel no fueron encausados y encarcelados por sus ideas, sino por ponerlas en práctica. No les encerraron por rojos, sino por violar el Código Penal vigente. Marcelino, uno de los principales opositores a Franco, fue condenado a 20 años de cárcel por el Tribunal de Orden Público (actual Audiencia Nacional). La Democracia pide 30 años para los líderes independentistas. Y mientras la policía requisa camisetas y bufandas amarillas, desde nuestras filas hay quien incluso se atreve a llamar cobardes a los exiliados al tiempo que les niega esa condición (de toda la vida, quien huye de su país para evitar la cárcel por razones políticas es un exiliado, aunque no sea comunista). 


Entre otros factores, no entender la cuestión nacional nos llevó a perder la guerra. Y no entenderla ahora nos está llevando a perder las libertades civiles. Seguimos aceptando sus reglas del juego y su baraja con las cartas marcadas, y así es imposible. Después de las próximas elecciones, con volver a decir que la gente es gilipollas estará todo solucionado. 

Aunque no todo es pusilanimidad y oportunismo, sí hay organizaciones que siguen dando la batalla en defensa de los derechos democráticos. Por ejemplo el Sindicato de Estudiantes llama a la juventud catalana de nuevo a la lucha el próximo jueves. ¡De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste!