Hace años, tratando de definir a la Fundación O´Belen, escribíamos lo siguiente: "En resumen, en lugar de eminentes psicólogos, pedagogos y educadores, así como destacadas figuras comunitarias (lo que esperaríamos si ingenuamente nos creyéramos aquello del altruismo a favor de los niños desamparados) nos encontramos con un curioso elenco de políticos profesionales derechistas de segunda fila e importantes empresarios, todos ellos bendecidos por un Arzobispo."
Desaparecida ya la fundación, y con su primer espada descansando en PAZ, es buen momento para recordar a los personajes que estaban al frente de este entramado, y ver por donde andan repartiendo amor al prójimo en la actualidad. Como forma de esclarecer quien está detrás de los negocios solidarios. Empezamos por el eterno gerente.
Según él mismo, lo que más le apasiona es emprender. Así que como todo buen liberal, estudió Económicas en la muy católica Universidad San Pablo CEU (uno de los proyectos de la Asociación Católica de Propagandistas), para ir directamente a la política.
Concejal de Economía y Hacienda y Primer Teniente de Alcalde de Sigüenza por el PP (2000-04). Entre 2004 y 2008 fue diputado regional en la Diputación de Guadalajara. Inicialmente del PP, tras encabezar un sainete digno de un Juego de Tronos a lo Paco Martínez Soria, fue expulsado del partido y formó el grupo de "no adscritos" junto a sus compañeros de rebeldía. ¿Pero qué hay que hacer para que te echen de la cueva de Alí Babá?
En estos años inició sus andanzas en el mundillo de la solidaridad. Por la puerta grande, como director del Proyecto Esperi (2004). Es de suponer que para este nombramiento contó más su militancia en el PP seguntino junto a Emilio Pinto que sus conocimientos en psicopatología infanto-juvenil. Por cierto, la candidatura a la alcaldía de don Emilio llevó al PSOE a ganar las elecciones, que el soberano puede ser facha pero no gilipollas.
Dejó este cargo para pasar a ser el director general de Aspira Servicios Auxiliares S.L. Empresa creada por O´Belen con fines solidarios buscando la integración de jóvenes en riesgo de exclusión (básicamente explotando salvajemente a chavales procedentes del sistema de protección de menores). El negocio consistía en la adjudicación de servicios privatizados de jardinería y mantenimiento con distintas administraciones públicas. Entre ellas, claro está, la Diputación de Guadalajara.
Ahí se mantuvo agazapado en segunda línea, y cuando finalizó su mandato como diputado, pasó a ser el flamante gerente de la Fundación O´Belen. Hasta que fue nombrado presidente a lo Rómulo Augústulo. Muy sagaz él, al poco de coronarse empezó a olerse la tostada y buscó una salida emprendedora. Así que empezó a compaginar el trono con la dirección general de Grupo de Acción Social Emaus (centros de menores y residencias para dependientes y para mayores), que operaba en Alicante. Sí, sí. Operaba. Porque, poco después de desaparecer O´Belen (y Aspira) tras concurso de acreedores, Emaus sucumbía ante una colosal deuda con la Seguridad Social. Tres de tres, pájaro. Un crack en esto de la gestión.
Si en los 90 el pelotazo, además de la construcción, lo pegaron las osigés, ahora está de moda la alimentación bio, eco, etc. Así que tras su laureado paso por el Tercer Sector, don Carlos ahora se dedica a la agroecología, como gerente de Despelta Alimentación Agroecológica. Igual que antes nos hablaba de la necesidad de poner límites a los niños, ahora anda contando por ahí que el trigo de espelta funciona como un analgésico natural, además de ir muy bien para el sistema nervioso, dando alegría. Claro que sí, ¿por qué no?
Y como nuestro personaje de hoy es una mente inquieta, también tiene tiempo para colaborar como tutor (avalado por su pleno al 15 profesional) en Factoría Cultural, una cosa rara y muy moderna para apoyar a los emprendedores (por ejemplo, están apoyando un proyecto de moda y complementos slowfashion feminista). Eso sí, en algún lugar de la web, junto a administraciones e instituciones de todo pelaje, aparece el Fondo Social Europeo-Iniciativa de Empleo Juvenil. Te la has ganado, campeón