Vamos ya camino de los cuatro años de
gobierno del cambio en el Ayuntamiento de Madrid. Cuando celebrábamos en Las
Vistillas que por fin echábamos a la derecha de Madrid, sólo unos pocos
incautos creían que esto era el inicio de la revolución. Pero sí esperábamos
cambios de calado, sobre todo en nuestros Servicios Sociales. ¿Y qué ha pasado?
Pues que los Servicios Sociales que
dependen del Ayuntamiento están al borde del colapso. Más allá de afinidades
ideológicas, la realidad es esta. Empezaron incumpliendo su promesa de
recuperar los servicios públicos para la gestión directa (no Manuela, los
programas electorales no son meras sugerencias, son un compromiso político y
ético). De hecho, en el Área de Equidad ni se permite el debate sobre
remunicipalización. Y este empecinamiento en defender un modelo de gestión
neoliberal ha llevado a que bajo el gobierno de Ahora Madrid, la mayor parte de
los servicios sociales externalizados (casi todos los recursos) hayan caído
bajo la "gestión" de fondos buitre. Es el caso de Samur Social,
controlado por Corpfin Capital tras el parapeto de Grupo 5.
Las decisiones políticas de Marta Higueras
(máxima responsable del Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo) han
mantenido a sus profesionales privatizados en la más absoluta precariedad. Y
obviamente a las personas atendidas, cuyas vidas siguen dependiendo de las
"leyes del mercado".
Y lo poco público que queda, tampoco va bien.
Ahí está el Centro de Acogida San Isidro, con funcionarios que llevan 20 años con
los complementos salariales congelados. O el nuevo "Plan de mejora de
Servicios Sociales", que básicamente significa reducir el tiempo de
atención por usuario para atender a más gente al día (lo de la calidad ya tal,
aquí lo que importan son las estadísticas) y que las profesionales pierdan el
control de sus agendas, que serán centralizadas (¿y externalizado el asunto?).
Ni la derecha más rancia se hubiera atrevido a meter el fordismo como modelo de
Trabajo Social. El próximo martes 27 desde las 12 estaremos en la concentración apoyando a las
trabajadoras sociales municipales frente al Palacio Cibeles (c/ Montalbán)
contra este escandaloso atropello.
Si todo esto fuera poco, además tenemos la situación de los refugiados y de las familias deshauciadas, a quienes el Departamento de Samur Social y Atención a Personas sin Hogar está echando de sus pensiones y demás recursos, dejándolas en la puta calle, fuerza pública y dejación de funciones del gobierno central mediante. La plantilla de Samur Social ha dado la voz de alarma.
Por todo esto y mucho más (los recursos dependientes de otras administraciones están igual de mal) además del 27, tenemos otra cita el 1 de diciembre en Callao, en defensa de unos Servicios Sociales públicos y de calidad. El Candelero ha entrevistado a la Unión de Plataformas en Defensa de los Servicios Sociales y la Diversidad. Escúchalo aquí