En la noche de ayer, decenas de personas encarceladas sin delito en el CIE de Aluche se amotinaron para denunciar su situación y pedir libertad. Muchos de ellos subieron al tejado del CIE. Cuarenta años después el barrio de Carabanchel vuelve a ver a los presos subiéndose a los tejados de las cárceles. En estos momentos poco hay que decir. En los CIE se encierra a personas por un incumplimiento administrativo, y allí dentro se violan sistemáticamente los derechos humanos.
Tenemos que apoyar su lucha, estar pendientes para denunciar cualquier tipo de represalia contra los que ayer se amotinaron, y seguir denunciando. Es muy positivo que diputados de Podemos y concejales de Ahora Madrid se personaran en el lugar. Pero este apoyo no puede ser coyuntural. No pueden olvidarse, una vez más, de los más desposeídos. La situación de los presos en nuestras cárceles, en los centros de menores, en los CIE, en centros psiquiátricos...es brutal. Y es así porque la izquierda organizada siempre ha mirado para otro lado. Incluso las organizaciones de la izquierda revolucionaria suelen obviar esta realidad, que ni siquiera está presente en su discurso (con la salvedad de ciertas organizaciones y colectivos de corte libertario). Por eso saludamos muy positivamente, en este caso, el rápido comunicado de Anticapitalisas.
En el caso de los CIE sí existe cierto tejido social organizado. Es la hora de redoblar las campañas por el cierre de estos Guantánamos...y de todos los demás. Pero para ello es necesario elaborar un discurso antirepresivo que vaya más allá de las consignas. Abajo los muros de las prisiones, pero...¿qué alternativa proponemos? Si logramos responder satisfactoriamente a esta pregunta, estaremos cerca de conseguirlo.