Asimismo, mientras una veintena se encuentran alojados
solos en hostales con 11 euros al día para comer, sin abono transporte y
sin recibir formación, otros han asegurado que han sido enviados por la
Comunidad de Madrid a otras comunidades autónomas, donde nadie les ha
recibido.
Por todo ello, muchos acaban viviendo en la
calle, entre ellos los doce que viven en el parque de Hortaleza, de los
cuales siete de ellos son menores de 14 años y los otros cinco tienen
entre 14 y 16 años, según la presidenta de la Fundación Raíces, Lourdes
Reyzábal, que además creen que hay otros viviendo en los alrededores de
la Puerta del Sol y en una casa okupada.
"Están
muertos de hambre, muertos de miedo, muertos de frío", ha señalado
Reyzábal para agregar que para poder soportar estas condiciones han
empezado a inhalar disolvente, al mismo tiempo que se ha comenzado a
crear un "ambiente de inseguridad ciudadana" en el distrito y se les
está "criminalizando", aunque en muchas ocasiones estos menores son el
"chivo expiatorio".
Reyzábal ha detallado que la mayoría de estos menores son
de origen magrebí, aunque en el parque Isabel Clara Eugenia de
Hortaleza también malvive un niño colombiano de 13 años, y hoy por hoy
todos son varones.
Una parte de los niños que viven en
el parque han sido expulsados del centro de primera acogida para
menores de entre 14 y 18 años, sobre el que estos han contado, según ha
relatado Reyzábal, que al llegar ingresan en una sala llamada "el nido",
que es una habitación con literas junto a la que hay una sala de estar y
un baño sin duchas, donde "permanecen encerrados durante varios días",
al parecer "hasta que se determina si la Comunidad de Madrid asume la
tutela o no". Uno de ellos contactó con la Fundación Raíces desde una
plaza de Barcelona tras haber sido enviado allí. Por
otro lado, niños del centro de primera acogida de menores de hasta 14
años aseguran que han sido agredidos por personal de seguridad de ese
centro en la planta segunda.
En concreto, el pasado
lunes, personal de la Fundación Raíces y del Ayuntamiento vieron a tres
menores en el parque que venían de ese centro y que tenían "rasguños" y
"moratones". Estos dijeron que el domingo habían sido encerrados en la
planta segunda y les habían pegado un vigilante, por lo que les
acompañaron al centro de salud más cercano, donde, tras examinarles un
pediatra, les derivaron a urgencias pediátricas al Hospital La Paz, que
abrió de oficio el protocolo por supuestos malos tratos y envió el parte
al Juzgado de Guardia, el número 14 de Plaza de Castilla. Asimismo, por
indicación del hospital, la Fundación Raíces presentó una denuncia.
Reyzábal
ha instado al Ayuntamiento de Madrid a que se persone en esa denuncia,
ya que también ha conocido los supuestos malos tratos. Además, ha
solicitado a la Comunidad que en vez de reenviar a los niños al mismo
centro, que es lo que ha hecho, les proporcione otro tipo de recurso.
También
ha acabado en el mismo parque uno de los menores de entre 16 y 18 años
alojados en hostales, dentro del llamado Programa de Seguimiento
Externo. Según Reyzábal, este menor fue alojado en un hostal en Arganda y
no tenía abono transporte, cuando el restaurante donde tenía que ir a
desayunar, comer y cenar se encontraba en Plaza de España. Intentó
quedarse a dormir en la habitación de otro de los menores alojados en un
hostal, pero fueron descubiertos y los dos fueron expulsados de
madrugada.
Por su parte, la responsable de Relaciones
Institucionales de Save the Children, Almudena Escorial, ha denunciado
"el abandono, la desprotección y la discriminación" de los menores
extranjeros no acompañados en la Comunidad de Madrid, que "ven
vulnerados sus derechos de manera constante en el sistema de protección;
y ante dichas vulneraciones, los mecanismos de garantía y protección de
nuestro Estado no están funcionando".
Asimismo, ha
acusado a la Comunidad de Madrid de incumplir sus obligaciones en cuanto
a los menores bajo su tutela y de trato discriminario hacia estos
menores extranjeros, que quedan "abocados a contextos de exclusión
social".
LLAMAMIENTO A LAS INSTITUCIONES
Fundación
Raíces y Save the Children instan a la Comunidad de Madrid a poner en
marcha un proyecto de intervención para trabajar con los niños que se
encuentran viviendo en la calle y garantizar que todos estos niños
dispongan de los mismos recursos que el resto de niños tutelados, como
pisos tutelados o acogimiento. Asimismo, reclaman la suspensión del
Programa de Seguimiento Externo para menores de edad.
Por
otro lado, piden abrir una investigación para esclarecer los casos de
agresiones por parte de trabajadores de los centros y garantizar
mecanismos de denuncia accesibles para los niños.
Igualmente,
exigen a la Comunidad que asuma la tutela inmediata de todos los
menores extranjeros no acompañados en la región, independientemente de
si previamente han pasado por otra comunidad autónoma, y que en ningún
caso les envíe a otras comunidades autónomas.
Asimismo,
solicitan a la administración regional que garantice proyectos
educativos a todos los niños, de forma que les permita recibir una
educación y formación desde el primer momento.
Las
asociaciones se dirigen también a la Fiscalía, a la que instan a asumir
de oficio las obligaciones que tiene por mandato legal, exigiendo a la
Comunidad que adopte medidas de protección urgente con respecto a los
niños que se encuentran en la calle.
También instan a
la Fiscalía a tomar medidas de protección urgentes ante los partes de
lesiones que, de oficio, ha enviado el Hospital La Paz al Juzgado de
Guardia, como es el traslado del centro a otro recurso, así como a
investigar los hecho y hacer un seguimiento individualizado de todos los
menores.
Asimismo, reclaman al Defensor del Pueblo
una investigación sobre la situación de los menores extranjeros no
acompañados en la Comunidad de Madrid y las condiciones de los centros
de protección, y a la Asamblea de Madrid que ponga en marcha una
subcomisión de estudio sobre la situación de estos menores.
Finalmente,
reclaman a la Policía Municipal que respete al máximo la integridad
física y moral de los menores que se encuentran en situación de calle.