A Gómez, de 46 años, se le imputan los delitos de desórdenes públicos, incendio, coacciones y el delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas. Según ha informado la CGT, la Fiscalía le pide hasta 36 años de prisión sobre todo por la imputación de incendio referente a una acción que se realizó ante la Bolsa consistente simplemente en quemar una caja con billetes de mentira.
La encausada afirma que su encarcelamiento "forma parte de la estrategia del señor Puig". En un vídeo difundido por la CGT, donde aparece Gómez atendiendo periodistas, la sindicalista considera que se la fue a buscar porque "necesitaban a alguien de nuestra organización, después de que Puig hablara de la CGT como parte importante de los actos violentos". "Mi cargo podía suponer un golpe importante a la CGT", remarca.
En este sentido, cree que "si pretendían paralizar la gente han conseguido lo contrario", ya que aún se moviliza más. Gómez explica también detalles de su estancia en prisión, como por ejemplo que las internas estaban interesadas en la lucha obrera.De este modo, celebra que "la gente tiene conciencia ya que yo siempre he sido muy crítica con el comportamiento de la gente que no se mueve".
La represaliada no cree que se detenga más gente de la CGT-aunque no descartarlo del todo-porque "sería un suicidio político". Asimismo, denuncia que "la justicia está en manos de magistrados absolutamente dirigidos por políticos. La justicia no es independiente, está manipulada y eso sí que me preocupa", confiesa Gómez, que manifiesta que "lo que tenemos que hacer es no parar, no debemos tener miedo ".