Rajoy confía a Aznar, presidente de la
FAES, la misión de rediseñar la sanidad pública y Aznar pone a trabajar a
su fundación para profundizar en la privatización de la sanidad, implantar
copagos y eliminar servicios del SNS [1]. Esta noticia aparecida en los
medios de comunicación en el verano de 2011 es el inicio del acelerado
desmantelamiento de nuestra sanidad pública. Los mensajes a la población
quedaron meridianamente claros, la sanidad hay que pagarla, quien no pueda
solo accederá a una cartera básica y los centros totalmente públicos
tenderán a desaparecer.
El gobierno de la CAM y su recién
nombrado (aunque no votado para el cargo) presidente Ignacio González,
aprovecha el trámite de los presupuestos de la comunidad para incluir la
privatización de la gestión de 7 hospitales públicos, el hospital de la Princesa,
que tras esta decisión nadie reconocerá (convertido en geriátrico, sin
docencia ni investigación, sin servicios punteros y con una drástica
reducción de su personal) y los hospitales Infanta Leonor, Infanta Sofía,
Infanta Cristina, Tajo, Sureste y Henares, además de una parte de su AP.
Los hospitales podrán realizar su
propia selección del personal, que será discrecional. Las condiciones de
trabajo de los profesionales están por determinar, pero sin duda
empeorarán (en las huelgas de los hospitales de gestión privada de
Fuenlabrada y Alcorcón, las plantillas reclamaba igualar sus condiciones
con las de los hospitales con gestión pública) [2].
Aguirre tuvo que rescatar (con dinero
público) “sus hospitales PFI” en 2010 [3], cuya eficacia y eficiencia está muy
cuestionada, y ahora “saneados” se ponen a la venta. Veremos si el Sr
González sigue utilizando dinero público para pagar el canon anual, ya que
la CAM ya ha pagado el coste total de la construcción de los nuevos
hospitales, cerca de 700 millones de euros de dinero público, pero aún adeuda
4.300 millones [4]. Están afectados 5.500 trabajadores. Los que se queden,
pasarán a ser contratados con las condiciones que impongan las empresas
concesionarias:
Capio está en manos de CVC, un fondo de
capital riesgo británico con sede en Luxemburgo. Gestiona la Fundación
Jiménez Díaz, el hospital de Valdemoro, y además ha obtenido la
adjudicación del hospital de Collado Villalba y el de Móstoles. En
total, ya gestiona 28 centros sanitarios en 4 CCAA.
El grupo USP es propietario del
hospital Quirón y de otras clínicas de Madrid y de
12 hospitales y 26 centros sanitarios en España. El grupo USP-Quirón fue
comprado en febrero 2012 por el fondo de inversión británico Doughty
Hanson.
Adeslas es dueña de una
multitud de Clínicas y centros médicos en Madrid, algunos de estas son socias,
junto a Capio, de Madrid Medical Destination, cuyo presidente es
el ex consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela, conocido por el
falso caso de las sedaciones del hospital Severo Ochoa de Leganés.
Adeslas por un lado y Sanitas por
otro forman, con la CAM y Bancaja (Bankia) el grupo sanitario Ribera
Salud, que también gestiona hospitales en Madrid y Valencia. El 80% de los
hospitales de Adeslas pertenece a la sociedad Goodgrower y el 20%
a Criteria de Caixa Catalana. Sanitas pertenece al grupo BUPA
Internacional Health Insurance, la mayor compañía privada de asistencia
sanitaria del Reino Unido. La privatización aprobada por el gobierno popular de
Madrid dejará a los hospitales públicos en manos de empresas y fondos de
capital riesgo extranjeros.
El objetivo de la privatización de los
hospitales de Madrid no parece ser el ahorro y la sostenibilidad del SNS ya
que:
1.- El coste medio por cama de los 4
hospitales que hasta ahora tiene Capio es de 530.000 euros/año, un 36% más que
el centro público de mayor coste de Madrid, el Clínico de san Carlos, con
337.565 euros anuales por cama.
2.- Las entidades financieras que junto a Adeslas
forman Ribera Salud (La CAM y Bancaja/Bankia) son insolventes y han tenido
que ser rescatadas con dinero público. Juntas suponen uno de los mayores
agujeros negros de la economía actual y su gestión ha supuesto una gran ruina,
para la Comunidad Valenciana y para España.
3.- Capio y banco Sabadell esperan las
buenas nuevas del gobierno para quedarse con Ribera Salud
(negociación actualmente en “stand by” por las malas condiciones
económicas del grupo empresarial).
4.- La sociedad Goodgrower, propietaria
de Adeslas, está dedicada además al negocio del ladrillo “poco boyante” en
estos momentos.
5.- El grupo USP, otro gestor privado de
la sanidad madrileña, ha pasado recientemente
por graves problemas financieros, que le llevaron al borde del concurso
de acreedores [5].
El objetivo tampoco debe ser incrementar
la competencia para mejorar la eficiencia, según pretenden hacernos
creer, ya quela gestión privada se concentra en pocas empresas y estas están a
su vez relacionadas entre sí:
-Adeslas y Sanitas forman parte de
Ribera Salud.
-Capio podría formalizar la compra de
Ribera Salud y con ello alcanzar una posición aún más estratégica en la gestión
de la sanidad privada y pública en España.
-Todas las empresas privadas dueñas de
la sanidad madrileña están incluidas en el la Patronal de Empresas IDIS
(Instituto para el Desarrollo e Integración de la sanidad) que se reúnen para
tomar decisiones conjuntas. Incluye a Adeslas, Sanitas, Capio, USP y clínicas
de la Medical Destination, apoyadas por Farmaindustria y la industria
de tecnologías.
¿Que
subyace bajo la privatización de la sanidad pública de la CAM?
Los intereses cruzados: explican una
decisión apresurada, opaca y escasamente democrática, cuya intención es la
de quedarse con el “negocio” de la sanidad madrileña.
1.- Los patronos de la FAES, fundación
que elaboró el documento de privatización de nuestro SNS, son: el
presidente, Aznar, la vicepresidenta Dolores Cospedal, y Mariano Rajoy,
Ana Mato, Fernández-Lasquetty, Ana Pastor, Lamela, Acebes, Zaplana, Romay
Becaría, Sánchez Camacho…
2.- Algunos de estos dirigentes
populares o sus familiares directos también pertenecen, o pertenecían durante
la elaboración del documento, a Bankia (Ribera Salud) y/o a los
consejos de administración o los patronatos de las fundaciones de la
industria sanitaria privada.
3.- Uno de los principales objetivos de
Madrid Medical Destination (MMD), la sociedad privada “sin ánimo
de lucro” de Manuel Lamela (se calcula que le permitirá ingresar una
comisión de 1,8 millones de euros/año [6]) es la atención al turismo sanitario
de primer nivel, con lo que Lamela se convertirá en uno de los principales
beneficiarios de la decisión del PP de suspenderla atención sanitaria a no
residentes.
4.- Entre los socios de MMD
está Capio Sanidad y El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) principal
grupo europeo de reproducción asistida, que se beneficia, junto al Grupo de
Reproducción Asistida Quirón, de la no cobertura de este servicio por la
sanidad pública, así como Capio, Sanitas y Adeslas, que incrementarán sus
clientes en este y otros servicios que se eliminarán de la cartera básica
del SNS (decreto 16/2012).
5.- Romay Becaría es patrono de la
fundación renal FRIAT, concertada con la sanidad pública.
6.- Rodrigo Rato es ex-director de la
Caja Madrid de Bankia (Ribera Salud).
7.- La presidenta de Genómica, de la
farmacéutica Zeltia, empresa patrocinadora de las empresas beneficiarias (IDIS)
es Rosario Cospedal, hermana de Dolores.
La privatización de los hospitales
públicos de Madrid oculta, además, el fracaso de la gestión sanitaria del
gobierno de Aguirre, ya que sus nuevos hospitales solo tienen cabida en los
presupuestos y en la asistencia sanitaria de la Comunidad sí previamente
se desmantelan los hospitales públicos, con gran prestigio antes
de someterse al rodillo de la ex presidenta.
Con esta maniobra privatizadora se
compensan las pérdidas de una red de empresas y entidades financieras con
grandes problemas de tesoreríay en muchos casos vinculadas al partido
gobernante y se vacía de contenido la consejería de sanidad, en unos momentos
en los que es aún más esencial una gestión pública, equitativa y de
calidad, que frene la mercantilización y la medicalización de la
población, bases de la insostenibilidad futura del SNS.
La decisión de privatizar la sanidad
madrileña es de tal envergaduraque no puede ser adoptada por un presidente
interino, aprovechando el trámite de los presupuestos, sino que
debería discutirse en el parlamento o incluso someterse a una
consulta popular. La
ausencia de transparencia y los intereses cruzados entre los que toman la
decisión y los que se benefician de ella la convierten en nula de pleno
derecho y no debe ser admitida por los profesionales del sistema público ni por
la población de la CAM.
COSTE DE CAMAS GESTIÓN PRIVADA: 434.686
€/año
COSTE CAMAS GESTIÓN PÚBLICA: 277.372
€/año (2010)
El coste medio de los 4 hospitales que
hasta ahora tiene CAPIO en la CCAA Madrid: 530.000 euros/años (gestión
privada).
Coste medio cama Hospital Clínico San
Carlos de Madrid: 337.565 euros/año (gestión pública).
Para
reflexionar:
Nos están contando que el sistema
sanitario necesita reformas "después de años de mala gestión y
despilfarro". De acuerdo señores, pero resulta que en Madrid y
Valencia ustedes llevan gestionando la sanidad desde hace más de 15 años.
Entonces: primero nos dicen que el sistema es inviable por su mala gestión
(de ustedes) ¿Dónde están sus responsabilidades? Y ahora nos dicen que
para su mantenimiento es inexcusable su privatización(?????). ¿Pero dónde está
escrito que la gestión privada sea más eficiente? ¿La de los bancos y el
sistema financiero, por ejemplo?
¿Y si la sanidad es una ruina? ¿por qué
iba a estar interesada en su gestión una empresa privada, que por su propia
naturaleza busca el beneficio económico?
Nos dice el Consejero de Sanidad de
Madrid "al ciudadano le va a dar igual que el médico que le atienda
sea privado o que sea funcionario". Ojo: si la empresa es privada
racaneará una prueba costosa o un tratamiento costoso. De hecho las actuales
aseguradoras privadas NO RENUEVAN EL CONTRATO DE SEGURO ANUAL SI UN PACIENTE NO
ES "RENTABLE" o le ponen unas primas tan gravosas que se vaya él
"voluntariamente".
No os quepa duda de que cuando todos los
hospitales estén en manos privadas solo accederá a la sanidad quien
pueda pagárselo y la pública quedará como algo residual solo de
beneficencia (el Medicare americano). El paradigma del modelo es Estados
Unidos, en donde 47 millones de personas (de 310 millones de población) no
tienen ningún tipo de cobertura sanitaria. Y el que tiene "algún
tipo" de seguro paga como mínimo 450$ (300€) al mes, por unos servicios
que desde luego no cubren un transplante o una quimioterapia. La principal
causa de ruinade las familias americanas está motivada por el alto precio de
las prestaciones sanitarias.
Maria Luisa
Lores Aguin
[1] El periódico.com. 27 de junio de
2011
[2] Attac. Madrid. 5 de noviembre de
2012
[3] El País. 24 de octubre de 2012
[4] Fernández S. FADSP
[5] El Confidencial. 28 de junio de 2011
[6] Cinco Días. 19 de julio de 2011