En el funcionamiento de negocios como O´Belen no solo son necesarios directivos, obispos y dirigentes "sindicales". También hacen falta secuaces que controlen los centros sobre el terreno. Uno de los más destacados fue Juan Carlos Rodríguez Crespillo, alias "Lianchi".
Su diplomatura en Magisterio (por la Universidad de Alcalá) le avaló para abrirse paso en esto de los "equipos multidisciplinares para ofrecer una atención integral y personalizada". Tras ejercer como educador y coordinador de turno en Casa Joven y Nuestra Señora de la Paz (centros clausurados tras la denuncia del Defensor del Pueblo), terminó como director del tristemente famoso Picón del Jarama. Bajo su mandato falleció estando en aislamiento Hamid, de 13 años.
No fueron pocos los trabajadores del estilo de "Lianchi" sin cuya colaboración no hubiera sido posible la implantación de la salvaje metodología de la fundación. Como Gemma Fernández-Cueto Rubio. O Rocío Villafranca Alamillo. O Roberto Barrado Gozalo. O tantos otros. O´Belen.
Actualmente, Juan Carlos sigue en esto de los equipos multidisciplinares. Figura como director de proyectos en Psicotandem Psicólogos, radicada en Alcobendas, "una asociación sin ánimo de lucro que nace como consecuencia del deseo de mejorar la realidad en la que vivimos, cuya filosofía es potenciar y fomentar el bienestar personal a todos los niveles", con el objetivo "que todo aquel que lo necesite se pueda beneficiar de una intervención psicológica", "poniendo al alcance de todos una psicología de calidad y personalizada para ofrecer soluciones a las dificultades y demandas de la personas". Ahí es nada.
En realidad poca cosa para nuestro maestro todoterreno, que a un módico precio garantiza terapia psicológica para todo aquel que la necesite. Y formación y asesoramiento para padres. Y coaching para estudiantes y empresarios. Incluso mindfulness a través de la naturaleza (que para eso en el equipo multidisciplinar también hay un Ingenierio Técnico Forestal, claro que sí, lo que haga falta para el bienestar de la sociedad).
¡Para tí también hay temazo, maestro agujas!