El consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Jesús Fermosel, afirmó que con la aplicación de la jornada de 37,5 horas semanales a los trabajadores de los centros dependientes del Servicio Regional de Bienestar Social, pretende conseguir "más ahorro en las suplencias".
Ante esta afirmación, CCOO de Madrid quiere resaltar que el aumento de jornada no es el mayor de los problemas a los que se enfrentan los centros que están realizando encierros. Sin embargo, sí que quiere aclarar las palabras del Consejero y lo que supone su decisión de aumentar la jornada.
La forma en que se está aplicando el aumento de jornada, en contra de lo que dice el Consejero, no supone un ahorro en el coste de la prestación del servicio.
Es inconcebible que en fines de semana y festivos, cuando disminuye el número de usuarios (en centros de día y ocupacionales), y disminuye el número de actividades (en residencias de mayores y centros de atención a discapacitados), aumente el número de trabajadores con respecto a los días de diario. Esto no supone un ahorro económico, que es lo que no se cansa de repetir el Gobierno regional, sino que supone, de forma consciente, además, la mala utilización y gestión de recursos públicos y la vulneración, entre otros, de derechos laborales.
Las denuncias de la plantilla de estos centros no llegan por tener que trabajar los sábados, domingos y festivos, porque ya lo hacían antes del aumento de la jornada. Como recuerda CCOO de Madrid, los encierros y movilizaciones llegan después de que se supriman descansos, libranzas, permisos y vacaciones.
Ante esta situación, CCOO de Madrid vuelve a reivindicar el derecho constitucional a la libertad sindical y la negociación colectiva que el Gobierno regional vulnera sistemáticamente.