El 4 de mayo, miembros del SAT
iniciaron una marcha a pie desde Jódar (Jaén), localidad natal de Andrés
Bódalo, el concejal de Jaén en Común y miembro del SAT en prisión desde
el pasado mes de marzo. La marcha terminó en la Puerta del Sol el 15M,
desde entonces 16 activistas del sindicato iniciaron una huelga de
hambre para exigir la libertad sin cargos de Bódalo. Además de denunciar
la represión del aparato del Estado que se ha cebado especialmente
entre los sindicalistas del SAT –con 637 afiliados procesados, para los
que piden 436 años de cárcel y multas cuyo valor supera los 600.000
euros—, aprovechamos la ocasión para entrevistar a Diego Cañamero, en
huelga de hambre en el Campamento “No nos vamos sin Andrés”, y que será
candidato de Unidos Podemos por la provincia de Jaén el próximo 26J.
El Militante.- Aparte de los
aspectos procesales claramente chapuceros, ¿qué valoración hacéis del
encarcelamiento de Andrés Bódalo?
Diego Cañamero.- Está
claro que es una persecución contra los sindicalistas, contra la gente
que lucha. Estamos hablando de Andalucía, donde los efectos de la crisis
son más perniciosos, con una tasa de paro mayor que en el resto del
Estado, atraso escolar, subdesarrollo, exclusión social y del derecho a
la vivienda. El Gobierno está mirando con lupa todo el movimiento que se
está desarrollando en Andalucía, y en el que el SAT está participando
desde hace ocho años, para reprimirlo.
Andrés Bódalo es el chivo expiatorio.
Contra el SAT hay ahora mismo más de 600 causas judiciales abiertas, nos
piden 436 años de cárcel y 600.000€ de multas. Han empezado por Andrés
por ser el objetivo más fácil, le han acusado injusta y falsamente de
ser una persona violenta y agresiva para justificar ante la opinión
pública su condena. Quieren impedir la acción sindical fuerte como
concentraciones, manifestaciones, cortes de carreteras u ocupaciones de
fincas.
Andrés lleva en la cárcel cerca de
sesenta días, los mismos que este campamento por la libertad. Primero en
Andalucía, después la marcha a pie de 300 kilómetros hasta Madrid, y
ahora con este campamento en el que llevamos once días en huelga de
hambre. ¡No nos iremos hasta que el Gobierno dé una solución a la
injusticia que se ha cometido contra Andrés Bódalo!
Los que ejercen la justicia están muy
influenciados por los poderes políticos, los jueces no son
independientes. Se dice que la justicia es ciega, yo diría que es
tuerta, con un ojo no ve a los ricos ni a los saqueadores de los dineros
públicos, ambos han provocado los recortes en educación, en sanidad, en
libertades, han reducido el sueldo a los funcionarios; pero con el otro
ojo vigila y juzga cada movimiento de los sindicalistas y de los
rebeldes. No todos los jueces son así, pero una gran parte defienden los
intereses de los políticos y las clases pudientes, no los del pueblo,
no los de los pobres.
EM.- ¿Además de la huelga de hambre pensáis en otras acciones?
DC.- Estamos
realizando encuentros con ayuntamientos como el de Rivas y otros, es
probable que el pleno del Ayuntamiento de Barcelona apruebe una
resolución por la libertad de Andrés Bódalo. Hacemos actos públicos, el
próximo será en el barrio madrileño de Orcasitas, y también convocamos
ruedas de prensa. Iremos a la Asamblea de Madrid a un encuentro con
diputados de Podemos y después en el campamento nos reuniremos con otros
políticos. Los colectivos que nos están apoyando han convocado una gran
concentración en la Puerta del Sol y en otras ciudades, y se iniciarán
huelgas de hambre intermitentes, por turnos.
Por otro lado, estamos siguiendo tres
vías legales: la petición del indulto, el recurso de amparo, ya que
Andrés no ha tenido derecho a segunda instancia porque la procuradora no
entregó el recurso a tiempo y, por último, la solicitud del tercer
grado. Esperamos que alguna de las vías dé la libertad a Andrés.
EM.- Vas como cabeza de lista
en la candidatura Unidos Podemos por la provincia de Jaén. ¿Cómo
contemplas tu papel en el parlamento?
DC.- Si no existe una
vinculación de la calle con el parlamento no va a cambiar nada por
muchos parlamentarios que tengamos. Si la calle no tiene un cauce de
expresión, no llega al BOE, donde se publican las decisiones del Consejo
de Ministros, que son similares al acto de “clavar una estaca al
pueblo”. Desde luego quien piense que sólo desde arriba se cambian las
cosas se equivoca.