La insurrección de la burguesía
“La Batalla de Chile” es un documental histórico que en las décadas de los 70 y 80 fue distribuido en 35 países del mundo. No es un filme de archivo: es un documento filmado en el momento mismo de producirse los hechos. Su autor y director trabajó con un equipo en medio de los acontecimientos. El material virgen (película de l6 MM en blanco y negro) fue una contribución del documentalista francés Chris Marker y el montaje se realizó gracias a la colaboración del Instituto de Cinematografía Cubano (ICAIC). Jorge Müller Silva (el cámara del filme) fue secuestrado por la policía militar de Pinochet en noviembre de 1974. Hasta hoy se desconoce su paradero. Es uno de los 3.000 desaparecidos que todavía hay en Chile. “La Batalla de Chile” ha sido objeto de la censura en Chile y nunca ha sido emitida por la televisión pública.
Entre marzo y septiembre de 1973, la izquierda y la derecha se enfrentan en la calle, en las fábricas, en los tribunales y en el parlamento. Allende trata de llegar a un acuerdo con las fuerzas del centro político –la Democracia Cristiana- sin conseguirlo. Los militares empiezan a planificar el golpe de estado en Valparaíso. Un amplio sector de la clase media apoya el boicot económico y político, creando un clima de guerra civil. Una semana antes del golpe de estado, un millón de simpatizantes se despide de Allende.
El Poder Popular
Durante 1972 y 1973 (al margen de los grandes acontecimientos) las capas populares que apoyan el gobierno de Salvador Allende organizan y ponen en marcha una serie de ejemplos de “poder popular”: almacenes comunitarios, cordones industriales y comités campesinos, con la intención de neutralizar el caos y superar la crisis económica. En realidad estas instituciones espontáneas representan un “estado” adentro del Estado y son también la ilusión (el sueño) de la utopía.
La memoria obstinada
En 1997, más de dos décadas después de los hechos que filmara en el legendario documental La Batalla de Chile, el director nacional Patricio Guzmán vuelve a Santiago cámara en mano. Su objetivo es buscar a algunos de los protagonistas de ese documental, a quienes participaron -de una forma u otra- en los hechos relatados. Pero La Memoria Obstinada no es un ejercicio de nostalgia. Es, antes que nada, una dolida reflexión sobre el olvido programado, sobre la prohibición de recordar, sobre los trucos que la memoria nos juega y -gran acierto- también es un vistazo a las nuevas generaciones y su fragmentaria opinión sobre el Chile que pasó. Un gran documental. Ver en VIMEO