El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, pidió hoy a los países miembros de ese organismo paneuropeo que mejoren los métodos para saber la edad de los menores inmigrantes indocumentados.
La importancia de determinar la edad, según el Consejo de Europa, radica en que muchos jóvenes inmigrantes llegan a Europa sin pasaporte, carné de identidad o partida de nacimiento, y las autoridades migratorias sospechan que mienten sobre su edad para beneficiarse de un tratamiento particular que respete los derechos del niño.
En la legislación actual un inmigrante indocumentado menor de 18 años puede tener derecho a un permiso de residencia, mientras que si es mayor puede ser rápidamente ingresado en un centro de internamiento y luego expulsado, explicó el comisario.
El comisario indicó que el uso de rayos X para evaluar la "edad ósea", como se hace en Suecia, Holanda y Alemania, entre otros países, no es lo suficientemente preciso, ya que la "madurez ósea y dental no permite determinar con exactitud la edad de un niño, sino que brinda una estimación con un margen de error de dos a tres años".
Por estas razones, y citando un estudio de la Facultad Real de Radiología de Londres, Hammarberg calificó este método como "injustificable" e "inadmisible", dado que expone a los niños a "radiaciones con un objetivo puramente administrativo y no terapéutico".
En cambio, propuso que la evaluación sea hecha por un grupo multidisciplinario de expertos independientes que tome en cuenta "la madurez física, social y psicológica del menor, respetando su cultura, su dignidad y su integridad física".
De acuerdo a Hammarberg, si no hay "serias dudas" sobre la edad, las autoridades se deberán guiar por los documentos presentados y las declaraciones hechas del inmigrante, y no someter al individuo a un examen médico de rutina, como ya fue acordado por los defensores del pueblo de los países europeos.