Los estudiantes prefieren enfrentarse al juicio al rechazar las denuncias de Interior Setenta personas respaldan a los acusados en la Ciudad de la Justicia.
Los estudiantes del Instituto Lluis Vives de Valencia detenidos por las protestas de febrero se niegan a pedir perdón a los agentes que los denunciaron al mantener su inocencia. Dos jóvenes ya han comparecido en la Ciudad de la Justicia y han rechazado la mediación propuesta por los fiscales de menores al considerar que la denuncia es injusta. Los estudiantes contaron ayer con el apoyo de setenta personas -entre ellas el síndic del grupo parlamentario Compromís, Enric Morera- que reclamaron la dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León.
Una estudiante de segundo de Bachillerato que fue detenida el 20 de febrero en las inmediaciones del instituto negó haber golpeado a los policías el día que fue arrestada. La joven, que tiene 17 años, sí que admitió que días antes insultó a los agentes gritándoles "maderos de mierda". Sin embargo, la menor insistió ayer en que no empujó ni golpeó a nadie. El día que ocurrieron los hechos estaba con sus dos abuelas en la plaza de San Agustín sobre las 15.30 horas viendo las protestas y fue arrestada a pesar de que mantiene que no hizo nada. Ese mismo día el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía, Antonio Moreno, se refirió a los estudiantes como "el enemigo".
La joven llegó a las 10.00 horas a la Fiscalía de Menores acompañada por su madre, una de las abuelas que presenció los hechos y su abogado. La estudiante estaba dispuesta a reconocer los hechos por los que fue detenida y pedir perdón a los agentes para evitar ir a juicio. Sin embargo, una vez dentro dio marcha atrás y negó los hechos porque mantiene que la acusación policial es falsa. La abuela de la menor, Carmen T., confirmó la versión de su nieta. La mujer insistió en que la estudiante no había hecho nada cuando se la llevó la policía.
Fuentes cercanas al caso explicaron que la estudiante cambió de opinión ante el interrogatorio "desafortunado" del fiscal que le preguntó si pertenecía a un grupo antisistema o a la "primavera valenciana". El representante del Ministerio Público también le dijo si sabía que cortar el tráfico era delito.
Hace una semana, otro estudiante detenido durante los incidentes acusado de dar un mordisco a un agente se negó a pedir perdón. El joven no reconoció los hechos y será juzgado dentro de tres meses. El próximo martes están citados otros tres estudiantes en la Fiscalía que se pueden acoger a la mediación para evitar ir a juicio.
Las protestas de los estudiantes valencianos comenzaron el 15 de febrero y arreciaron tras la detención ese día de un menor.