Por primera vez en décadas tenemos ante nosotros la posibilidad de lograr una profunda transformación social. El ya más que probable vuelco electoral refleja el ansia de cambio de una gran mayoría social. No podemos perder la ocasión de derrotar a la burguesía en su propio campo de juego, el circo electoral. Además, este cambio en las tendencias de voto está provocado por el empuje de la calle, viene desde abajo, de la movilización. Hay que echarles también en las urnas. Y para garantizar el éxito en el terreno electoral, es necesario buscar la convergencia. El pueblo pide unidad, no entiende de patriotismos de partido.
Pero no hay que ser ingenuos. La emancipación no llegará vía decreto ley. Tenemos que construirla nosotros. Tenemos que potenciar la solidaridad entre vecinos. Porque los problemas son colectivos, de todos. Necesitamos más que nunca un fuerte tejido social en nuestros barrios. ¿Cómo? Tenemos el maravilloso ejemplo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, e iniciativas en las que seguir profundizando como la Red de Solidaridad Popular. Recuperemos el movimiento vecinal que logró transformar nuestras ciudades. Recojamos el guante lanzado por Gamonal, El Cabanyal, Alcázar de San Juan...Recomendamos analizar detenidamente el documental La ciudad es nuestra
Sin democracia en las empresas no hay democracia posible. Por eso tenemos que organizarnos en los centros de trabajo. Necesitamos un sindicalismo de clase, combativo y asambleario. Hay que recuperar nuestros sindicatos de clase para la lucha. Por eso, frente al vergonzoso espectáculo del pacto social ofrecido estos días por Toxo y Méndez, apostamos por iniciativas de combate como Ganemos CCOO.
La juventud siempre ha sido la vanguardia de la revolución. Y ahí tenemos la impresionante fuerza del movimiento estudiantil. Las movilizaciones impulsadas por el Sindicato de Estudiantes junto a otros colectivos (17 huelgas generales contra las reformas franquistas de Wert) son una inspiración para todos. Siempre en la brecha, confluyendo con el movimiento obrero.
Esta impresionante fuerza que se está gestando en el estado español, será imparable si todos los sectores conseguimos confluir. El 15-M inició el camino que las Marchas de la Dignidad han convertido en autopista. No vamos a conformarnos con migajas. No queremos un trozo más grande del pastel, lo queremos todo porque lo hacemos nosotros. ¡A galopar hasta enterrarlos en el mar!