Los menores no acompañados son expulsados del sistema de protección al no ser reconocidos sus pasaportes por la Fiscalía (la misma fiscalía que está para defenderles).
Determinar su edad a través de radiografías de las muñecas, exploración de los genitales o la dentadura, todo es válido antes que reconocer su documentación como menores.
Al ser declarados mayores de edad, quedan en la calle, pero con un pasaporte de menor, quedando en un limbo legal, que no les permite tener la residencia, acceder a un trabajo, a la sanidad, educación...
Lourdes, psicóloga y presidenta de la Fundación Raíces nos presenta el informe "Solo por estar solo" donde se cuenta la situación de est@s muchach@s. Y nos muestra todo el trabajo de esta organización, así como el del abogado Ignacio de la Mata, que dedicó su vida a la defensa jurídica y humana de est@s chic@s.
Puedes escuchar la entrevista en Los Sonidos de mi Barrio