Alrededor de 60 niños habitan las calles de Melilla esperando alcanzar el barco que los lleve a Europa, donde creen que les espera un futuro mejor. Los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) son sometidos cada día a distintos tipos de violencia que vulneran sus derechos, atentan contra su dignidad y dañan con terribles consecuencias su “infancia”.
1. VIOLENCIA INSTITUCIONAL: referente a la tutela
de la Ciudad Autónoma de Melilla y a su Consejera de Bienestar Social,
María Antonia Garbín que se ocupan del encierro de los niños en el
centro de menores “Fuerte Purísima” donde existe maltrato, amenazas y
torturas por parte de los que dicen ser educadores, carencias materiales
y alimentarias, falta de información, falta de asistencia sanitaria y
falta de escolarización.
2. VIOLENCIA DOCUMENTAL: Los niños son
engañados entre trámites burocráticos y vacíos legales donde la misma
Consejería de Bienestar Social bloquea cualquier trámite e imposibilita
que los niños se documenten pasados los 9 meses correspondientes.
3.
VIOLENCIA POLICIAL: Esta violencia es más asumida que denunciada,
llegando a normalizar esta situación por parte de quienes deberían ser
responsables de su seguridad: palizas, humillaciones, amenazas y
devoluciones a Marruecos son alguno de los obstáculos a los que se
enfrentan los niños de la calle cada día.
4. VIOLENCIA ENTRE
IGUALES: Auténticas batallas campales con los niños de los barrios de
Melilla (Cañada, Rastro y Monte María Cristina) que luchan por obtener
un nivel superior en la escala jerárquica y conservar su estatus social
reafirmando día a día su identidad.
5. VIOLENCIA SOCIAL: donde
aparece la opresión, el autoritarismo y la discriminación. Este tipo de
violencia acompaña las interacciones diarias de una forma invisible,
ocasionando un gran impacto social y mediático y teniendo graves
consecuencias para la vida en comunidad.
De toda la información expuesta se puede afirmar dos cosas:
*
El abandono institucional y la incapacidad de las políticas sociales
actuales en dar respuesta a las necesidades de los niños de la calle.
*
La impunidad con la que actúa las Fuerzas de Seguridad del Estado y las
Instituciones de la Ciudad Autónoma de Melilla al vulnerar los derechos
de los niños sin que tengan que rendir cuentas a nadie.
La punta
del Iceberg de esta violencia y de este abandono institucional la
pudimos vivenciar en su faceta más salvaje el pasado 27 de Mayo tras
enterarnos de la muerte de Oussama al precipitarse por el acantilado del
faro donde, días antes a las elecciones, las políticas de la Ciudad
Autónoma de Melilla decidieran instalar vallas que dificultan (no
impiden) el acceso al acantilado –lugar por el que descienden para
conseguir saltar al barco, ya que los otros accesos, que son algo menos
peligrosos los cerraron al poner presencia policial 24h al día- .
Por este motivo, la ONG Pro Derechos de la Infancia (PRODEIN) decidió
sumarse al dolor y acompañamiento de los niños de la calle con la
realización de dos pancartas que servirían de homenaje y de despedida a
Oussama. En el transcurso de la tarde, la actividad fue interrumpida
varias veces por las Fuerzas de Seguridad del Estado, que finalmente
terminaron abandonando el lugar.
Para nuestra sorpresa, el 26 de
Junio recibimos una carta de la Delegación del Gobierno en la que se
nos exige pagar una multa de 1500€ por alteración del orden público.
Por si esto no fuese poco, el 1 de Julio a las 00.45 de la mañana,
cuando nos encontrábamos con alguno de los niños en la plaza,
aparecieron varias patrullas de Guardias Civiles con intenciones de
llevarlos al centro de menores y bajo las continuas amenazas de “dar
palizas” si permanecían en la calle.
Otro agente de la Guardia
Civil, se dirige a nosotras y nos informa de que con la entrada en vigor
de la “Ley Mordaza” se nos puede acusar de reunión subversiva y
alteración del orden público puesto que es el propio Guardia Civil quien
considera bajo su juicio de valor la perturbación grave de la seguridad
ciudadana.
No vamos a obedecer las leyes que castigan la pobreza, la solidaridad y la protesta.
¡Contra la gran represión impuesta por parte de todas las instituciones del Estado!