#TodasSomosJuana
Desde Libres y Combativas queremos
mostrar todo nuestro apoyo a Juana Rivas, la mujer a la que la
“Justicia” obliga a entregar a su hijo de 11 años y a su hija de 3 a su
padre, condenado en Italia a una pena de prisión de 3 meses por un
“delito de lesiones en el ámbito familiar” en 2009. En 2016 este
individuo al que ahora se exige le sean devueltos sus hijos, fue
denunciado nuevamente por malos tratos ya en el Estado español , pues
Juana tuvo que huir con ellos desde la isla de Carloforte hasta el
pueblo de Maracena, Granada, huyendo de la violencia machista.
Sin que esta denuncia por malos
tratos haya sido resuelta, y a pesar de estar pendiente un recurso
junto con dos informes psicológicos sobre esta decisión judicial, las
autoridades pretenden obligar a una madre a entregar a sus hijos a un
maltratador, y ante su negativa ahora se la pretende acusar de
secuestro.
Poner a salvo a tu hijo e hija no es ningún secuestro. Es dispensar la protección mínima para evitar más violencia por parte de un maltratador. Es evitar los lamentos posteriores, las lágrimas de cocodrilo que todos aquellos defensores de esta “justicia”, tan injusta que expone a mujeres y niños a perder la vida a manos de sus parejas o ex parejas, verterán cuando ocurra lo que podría haberse evitado.
Por todo ello, desde Libres y Combativas apoyamos todas las movilizaciones y convocatorias que se promuevan desde la Plataforma de Apoyo a Juana Rivas a lo largo y ancho del Estado español. Porque no queremos pactos que queden en palabras huecas, llenas de aparentes buenas intenciones que no van al origen de la desigualdad y el sufrimiento que muchas mujeres viven en esta sociedad capitalista y patriarcal. Porque queremos que se dé verdadero amparo y protección a las víctimas de la violencia machista. Porque queremos que se deje de instrumentalizar a los niños y niñas para ejercer violencia psicológica contra sus madres. Porque un padre que ejerce violencia contra una madre también la ejerce contra sus hijos e hijas.
Porque nos queremos vivas, libres y combativas.
Porque Juana está en nuestra casa.
Juntas y fuertes, feministas siempre.