Estamos asistiendo a una brutal campaña de criminalización
calificando a los compañeros del SAT que la protagonizaron de simples ladrones.
Imágenes de otro tiempo con un Ministro del Interior ordenando detenciones nos
vuelven a recordar quién es quién. Ahora apelan a la justicia, mientras con sus
políticas laborales y de recortes hunden en la miseria a miles y miles de
familias trabajadoras. Quien indulta a ladrones (el caso de Tomás Gómez Arrabal es un buen ejemplo) ahora exige que todo el peso de la ley caiga sobre quienes
llevaron a cabo este acto de "expropiación". Luchar no es un delito.
Desde el Colectivo No a O´Belen queremos
mostrar nuestra solidaridad y nuestro apoyo incondicional a los compañeros del SAT, por
lo que exigimos la puesta en libertad sin cargos de todos los compañeros
detenidos. Y queremos aprovechar para mostrar nuestro enérgico rechazo a la hipocresía
de los empresarios propietarios de las grandes superficies comerciales: las multinacionales de la alimentación son unas de las
que más han incrementado sus beneficios en los últimos años, haciendo de este
sector una fuente ingente de negocios mediante el incremento constante del
precio de los alimentos, especulando con las necesidades básicas del conjunto
de la población. El propio Mercadona consiguió en 2011 un beneficio neto de 474
millones de euros, un 19% más respecto al año 2010.
Como bien han explicado los compañeros del SAT, la solución a
los problemas que sufrimos los trabajadores no es la caridad, que se ha
convertido en otro negocio: las
empresas que hacen donaciones al Banco de Alimentos obtienen importantes
incentivos fiscales utilizando este mecanismo, e incluso en algunos casos
subvenciones directas que cubren la retirada del producto, su envasado y su
transporte, obteniendo incluso beneficios respecto de una parte de los
alimentos, que en caso de no donarlos tendría que tirar, corriendo con dichos
gastos. Por otro lado este mecanismo sirve a su vez para mantener en muchos
casos los precios mediante la reducción de la oferta. El propio Banco de
Alimentos de Navarra, demostrando el carácter de estas entidades privadas, ha
solicitado al Gobierno que incremente las desgravaciones fiscales hasta en un
50% para las empresas que les donen alimentos.
La solución a nuestros problemas pasa, precisamente, por
expropiar a los grandes empresarios, poniendo el sistema productivo bajo el
control democrático de los trabajadores. Como han hecho los compañeros en
Marinaleda. Sirva este enlace como nuestro modesto homenaje a los compañeros
del SAT: Marinaleda, el sueño de la tierra