La Obra Social de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca presenta el manual de desobediencia civil para recuperar viviendas vacías de las entidades financieras.
Después del desahucio de la ILP por parte del Partido Popular, la PAH no se queda de brazos cruzados. No podemos permitírnoslo. Las medidas de la ILP son más necesarias que nunca, por eso, la PAH hace público un protocolo de la campaña la Obra Social de la PAH, un manual de desobediencia civil de 25 páginas con información práctica sobre cómo realojar familias mediante alguna de las dos vías contempladas en esta campaña: Las ocupaciones individuales en las viviendas de las que hemos sido desahuciados y las recuperaciones de bloques enteros propiedad de la banca.
Además de la dación en pago y la moratoria en los desahucios, el alquiler social es una medida fundamental de una ILP que ha sido despreciada por el PP. Sin ella, en las PAHs aumentan los casos de familias que, aún habiendo solucionado el problema de la deuda -consiguiendo la dación gracias a la lucha de la PAH- ven denegadas sus peticiones de alquiler social a los bancos. A esto se suman las personas que han sido desahuciadas. Las administraciones locales y autonómicas dicen no poder hacer frente a la creciente emergencia habitacional, por lo que es fácil entender la urgencia social por recuperar las viviendas vacías en manos de las entidades financieras y darles su función social.
La campaña “Obra Social la PAH”, que cuenta ya con 12 edificios recuperados de la banca, consiste en extender la práctica de realojar familias en viviendas de las entidades financieras, de manera organizada, protocolizada y encaminada a conseguir pequeñas grandes victorias. Igual que se hizo en el inicio con la campaña de stop desahucios. Cada vez son más los núcleos de la PAH que no tienen más remedio que sumarse a esta campaña y el interés creciente de muchos otros nos empuja a editar este dosier. Un manual de desobediencia civil para poner en práctica la exigencia de que las viviendas vacías en manos de la banca y el SAREB pasen a formar parte de un parque público de alquiler social.