Juan Carlos Diaz Ortega es un compah muy implicado en PAH
Vallekas que lucha cada día por los derechos sociales de todas las
personas. Además de pertenecer a la PAH, participa en la Despensa
Solidaria del Centro Social La Villana de Vallekas, un banco de
alimentos autogestionado que garantiza alimentación digna a su familia y
a decenas de otras del barrio. Ahora Juancar, padre de un niño de 9
años, tiene que entrar en la cárcel por un delito que cometió hace ocho
años, debido a su situación de precariedad. Le condenan a dos años de
cárcel por robar cuatro cajas de tabaco, que quería vender para pagar
cuentas y comprar comida para su familia. En aquel entonces, Juancar
tenía además que mantener a sus padres que tampoco tenían recursos. Hoy,
ocho años después y en la misma situación de vulnerabilidad, el Estado
quiere meterle en una cárcel: dos años por un delito menor, si no paga
una desmesurada indemnización de casi 20 mil euros, y multas de hasta 6
mil euros.
Si Juancar hubiera defraudado más de 120.000 € de cuota fiscal, su
delito habría prescrito a los 5 años. Si hubiera defraudado más de
50.000€ en subvenciones y ayudas de la UE o contra la Hacienda de UE, su
delito habría prescrito a los 4 años.
Si perteneciera a un partido con delitos de corrupción, por ejemplo,
que no hubiera presentado, sin causa justificada, las cuentas
correspondientes al último ejercicio anual, su delito hubiera prescrito a
los 4 años. Si hubiera cometido delito de cohecho, habría prescrito a
los cinco años; malversación, a los 5 años.
Blanqueo de capitales y el alzamiento de bienes, a los 5 años. Pero
no. Juancar robó para vivir un poquito mejor, para intentar garantizar a
su familia el derecho a la alimentación y una vida más digna. Eso no se
puede consentir. Menos a una persona que sigue teniendo que acudir a
alternativas, como la Despensa Solidaria, para comer todos los días.
Hay dos regímenes jurídicos, uno para ricos y otro para pobres. Los
ricos y las grandes multinacionales pagan menos a Hacienda que las
personas trabajadoras (y pueden acogerse a amnistías fiscales) y si
cometen delitos, no se les persigue (como a los bancos en la crisis) o
basta con que paguen multas (como cuando las gasolineras pactan los
precios).
Juancar no es rico, está en el paro, así que tiene que entrar en la
cárcel. Su hijo y su pareja, que también está en el paro, se verán en
una situación de todavía más vulnerabilidad, sin ayudas sociales. Y así será si no reunimos los 6.000 euros de las multas antes del miércoles 13 de mayo. Lo tenemos que evitar.
Apoya a Juancar. #JuanCarSeQueda
Tenemos poco tiempo para actuar. Nadie debe entrar en la cárcel por
un delito de necesidad cometido hace ocho años. Y menos cuando nos están
robando en la cara millones de euros todos los días.
El sábado 9 de mayo organizamos una comida vegana en el EKO de Carabanchel para recaudar el máximo dinero posible. Es a las 14h en la calle Ánade 10, metro Oporto. El cartel está más abajo, o aquí. Aprovechamos la oportunidad, de paso, para agradecer al EKO la cesión del espacio y al Periódico 15m todo el apoyo y la solidaridad. Gracias, de verdad.
Puedes hacer tu aportación en la cuenta de Irene Alcañiz Andreu:
ES08 2100 1723 1901 0048 4795 No permitamos esta injusticia. Haz tu aportación antes del miércoles 13 de mayo.