La reconversión industrial ha sido uno de los mayores crímenes cometidos contra la clase trabajadora del estado español. En 1974 España era la décima potencia industrial a nivel mundial. Sin embargo las políticas marcadas por la OCDE aplicadas en el estado español desde 1981, y finalmente la entrada en la Comunidad Económica Europea en 1986 acabaron con la industria pesada. España se desindustrializó bajo el gobierno de Felipe González. La grave situación económica que sufrimos hoy tiene su origen en la desindustrialización, pasando nuestra economía a depender del ladrillo y el turismo.
En 1987, el pueblo de Reinosa se puso en pie en defensa de los puestos de trabajo, siendo duramente reprimidos por la Guardia Civil. La dignidad del pueblo de Reinosa contrastó con el salvajismo de unas fuerzas de ocupación comandadas por dos delincuentes: el Ministro del Interior José Barrionuevo (condenado por impulsar y financiar al grupo terrorista GAL, sólo cumplió tres meses de prisión) y el Director General de la Guardia Civil Luis Roldán (condenado por cohecho, malversación, fraude fiscal y estafa). Durante la durísima represión fue asesinado Gonzalo Ruiz García, trabajador de Forjas y Aceros y militante de CCOO. Nadie ha pagado por ello.