Tras
más de dos años repletos de citas electorales y de ilusiones acerca de
que votando a una determinada opción política se resolverían los
problemas de la clase obrera y del pueblo trabajador hoy aparece con
claridad que, por ahí, no hay salida.
Un “nuevo” gobierno del PP (PPSOEC’s) se prepara para perpetrar el nuevo crimen social. Lo nuevo es su gran debilidad para enfrentar la situación de mayor inestabilidad política que se ha conocido desde el final de la Dictadura.
Tras
la tragicomedia de Pedro Sánchez, al PSOE le queda cada vez menos
fuelle para seguir representando la farsa de disfrazarse con lenguaje
izquierdista, para después, siempre, llevar a cabo las políticas
sociales más duras y la represión más feroz, guerra sucia incluida.
Cuando
la crisis arrecia y los mandatos de la UE y el FMI son más imperativos
que nunca, no vale – como demostró Syriza – otra estrategia que
prepararnos para confrontar con la Troika y a quienes pretenden negarnos
los derechos.
Un
gobierno en minoría parlamentaria pretende descargar sobre el pueblo
trabajador nuevos recortes sociales, drásticas medidas contra las
pensiones públicas, mantener y reforzar las reformas laborales, etc.
Este ejecutivo busca la forma de robar al pueblo los miles de millones
de euros que exige la UE para asegurar los beneficios de la gran banca y
las multinacionales. Y su “inestabilidad” proviene de tratar de hacerlo
sobre un pueblo que ya está viviendo situaciones límite y que no está
dispuesto a tolerar más empujones hacia el abismo. Las ya precarias
condiciones de vida de millones de personas no aguantan ni un recorte
más.
No
vamos admitir ni un recorte social más en lo público, ni que peligren
las pensiones, ni que sigan degradando las relaciones laborales. Muy al
contrario, queremos organizar la fuerza necesaria para recuperar lo que
nos han robado y precarizado.
Frente
a nuestras poderosas razones y a nuestra voluntad de lucha responden
con la represión. Las abultadas peticiones fiscales, las distintas
leyes, como la “Ley Mordaza” o las “antiterroristas” que les sirven para
acusar y encarcelar a quienes luchan, que les sirven para suprimir
derechos y libertades. A medida que las sentencias criminalizan, las
cárceles se llenan y las multas arrecian, se muestra con mayor claridad
la herencia de la Dictadura que impregna las instituciones surgidas de
la Transición, empezando por la Monarquía. Por ello, urge
levantar de nuevo el clamor colectivo por la AMNISTÍA y LIBERTAD de
todos las presas y presos por luchar (Alfon, Bódalo, Nahuel, etc) que
son presos políticos porque están en la cárcel por luchar por
reivindicaciones obreras y por los derechos.
Es hora de tomar la iniciativa. Hay
que crear en cada pueblo y en cada barrio Comités de Marchas que
coordinen y fortalezcan las luchas diversas de empresas, por la vivienda
y contra los desahucios, por los servicios públicos, etc. para construir nuestro propio poder.
Las Marchas de la Dignidad preparamos así, construyendo la unidad en la lucha, la movilización general que el próximo 3 de diciembre tendrá lugar en todos los territorios del Estado español. Somos conscientes de que el 3 de diciembre será sólo un primer paso y tenemos la voluntad de dar continuidad a la lucha.