Los menores tutelados por la Comunidad de Madrid vuelven a dormir en un parque de Hortaleza desde el pasado 16 de diciembre. La Fundación Raíces, que ya había advertido anteriormente la situación de estos niños marroquíes, ha
denunciado este lunes que el Ejecutivo regional ha obligado a la
Asociación Mundo Justo, de Rivas Vaciamadrid, a expulsarles del piso
donde les había acogido el pasado 23 de noviembre.
La presidenta de Raíces, Lourdes Reyzábal, ha mostrado en la SER su preocupación por la situación de los menores. Reyzábal ha asegurado que no entiende por qué se han puesto trabas a una solución que funcionaba. "Los niños han estado mejor que nunca", ha asegurado la presidenta en Hoy por Hoy Madrid, "han dejado de consumir desde el primer día, porque se sienten bien tratados".
Reyzábal ha asegurado que no entiende "el empeño" de la Comunidad en que esos niños "vuelvan a un centro del que han huido". Tres niños denunciaron ante el juez en noviembre, que habían sido agredidos en el centro.
Además, ha asegurado que la Asociación Mundo Justo, que se hizo cargo
de los menores, se ofreció "a darles una alternativa "de acuerdo con la
Comunidad de Madrid". Reyzábal además, ha enfatizado la
solidaridad mostrada por el barrio de Hortaleza con los menores y ha
lamentado que pasaran la Nochebuena "encerrados con candado" en el parque.
Desde el Gobierno regional han reconocido que el acogimiento en el piso de Mundo Justo era "humanamente" la mejor solución, pero han asegurado que no encontraron un encaje legal para la medida.
Desde la Consejería de políticas sociales han asegurado que se tomó
esta decisión "muy a pesar suyo", pero que tuvo que hacerse porque Mundo
Justo no tiene proyecto educativo. Además, han recalcado que, en todo momento, el Gobierno ha trabajado junto con la Fiscalía.
No podemos más que mostrar nuestra indignación ante un nuevo ejemplo de la inhumanidad del sistema de protección de menores. Un grupo de niños se fugan de un centro porque aseguran que allí les han maltratado (han denunciado judicialmente las agresiones) y malviven en un parque, donde consumen sustancias tóxicas. Se les intenta criminalizar, pero la ciudadanía de Hortaleza se vuelca con los chavales. Llega una solución: son acogidos en Rivas, en un piso. Del que los chavales no se fugan porque están bien atendidos. Dejan de consumir y esperan el fin de las vacaciones para iniciar su escolarización. Y entonces la Comunidad de Madrid descubre que ese piso en el que los menores se encuentran perfectamente atendidos no tiene proyecto educativo, por lo que no puede atenderles. Así que ordena su devolución al centro donde no quieren estar porque son maltratados. Así que para solucionar la falta de proyecto educativo en Rivas los chavales terminan de nuevo en la puta calle. Y para colmo, en Nochebuena se cierra con candados la entrada del parque, dejando allí encerrados a los niños e impidiendo así que los vecinos arroparan con su solidaridad a los chavales. Suponemos que todo, como siempre, pensando únicamente en el interés superior de los niños. Vergonzoso.
