El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha condenado a Médicos Sin Fronteras por prácticas abusivas en la contratación. Se trata de una cláusula ilegal impuesta a la plantilla de captadores de socios.
La figura del captador se ha extendido entre las grandes oenegés y por nuestras ciudades. No, quienes nos "venden" a las distintas entidades para que nos hagamos socios no son militantes ni voluntarios de esas organizaciones. Son comerciales, trabajadoras precarias y sobreexplotadas, como demuestra la sentencia: “Se trata de una cláusula tipo introducida en todos los contratos y sin posibilidad alguna de negociación por las partes. Por otro lado, establece un procedimiento sancionador que puede dar lugar a la extinción del contrato...Es una cláusula general no pactada que debe reputarse abusiva e implica un desequilibrio de derechos y obligaciones y un perjuicio desproporcionado y no equitativo, pues queda en manos del empresario la determinación de la aplicación de la cláusula y la posibilidad de despido sin indemnización más allá de lo legalmente establecido, implicando una renuncia de derechos irrenunciables y siendo una cláusula abusiva”, concluye la sentencia.
La respuesta de MSF ha sido la esperable en una oenegé humanitaria. Ha anunciado que va a recurrir la sentencia y ha iniciado una caza de brujas, despidiendo a 12 sindicalistas (8 de CNT y 4 de CCOO) de los sindicatos denunciantes.
Desde La Rosa En Lucha queremos mostrar todo nuestro apoyo a la plantilla de MSF, especialmente a los represaliados por entender que la defensa de los derechos humanos empieza en casa. Para más información, recomendamos leer el artículo El negocio de la solidaridad: sueldos míseros, contratos abusivos y poca transparencia.