LLevamos tres años de políticas antidéficit y de fuertes recortes sociales, y los resultados no pueden ser más desalentadores: varios países de la UE están en quiebra económica, el paro no deja de crecer, el modelo social cada día más debilitado, los derechos sociales bajo mínimos, la democracia comunitaria sigue siendo una asignatura pendiente, la unión política una quimera, y la llamada “gobernanza económica” no deja de ser una propuesta imaginaria si no hay armonización fiscal y herramientas comunes de política económica y social. Todo ello, con Europa instalada en la recesión económica.
Y si los resultados en las economías europeas son malos, en España son dramáticos. El Gobierno de Mariano Rajoy ha seguido con entusiasmo las recetas de la Unión Europea y de radical contención del déficit, y ha sido la inmensa mayoría de la sociedad española, especialmente los sectores más desfavorecidos, los que han pagado y pagan las consecuencias: 6,2 millones de personas en paro, 2 millones de hogares con todos sus miembros en el desempleo, un aumento de la pobreza hasta el 27% de la población que aboca a la exclusión social a sectores amplios de la misma, y una tasa de paro entre los jóvenes ya cerca al 60%. Sin olvidar el acusado deterioro de los servicios públicos y del Estado de bienestar, la eliminación de derechos y la creciente desigualdad que estas políticas están generando en la sociedad española.
Por eso, la Confederación Europea de Sindicatos, de la que forman parte CCOO y UGT, ha convocado una semana de movilización social y democrática en el mes de junio para reclamar una Europa con fuerte dimensión social y urgentes políticas para reactivar la economía y la creación de empleo. En España, será el 16 de junio y tendrán lugar manifestaciones en las principales ciudades del país para exigir una Europa más social y democrática.