Los sindicatos CCOO, CIG y CESM han convocado huelga el 9 y 10 de diciembre en la sanidad pública gallega contra la política sanitaria de la Xunta, movilización que cuenta con el apoyo de la plataforma SOS Sanidade Pública. Y en Madrid prosigue la huelga indefinida en la Lavandería Hospitalaria Central de Madrid contra la privatización del servicio y sus consecuencias laborales, mientras se denuncia la privatización de la donación de sangre. Ambos procesos forman parte del desmantelamiento del sector público, en este caso en beneficio de las osigés ONCE y Cruz Roja.
Los ataques contra los derechos y las condiciones de vida de las familias trabajadoras llueven por todas partes: LOMCE, reforma de la administración local, reforma laboral, reforma del Código Penal y nueva Ley de Seguridad Ciudadana, recortes y privatizaciones en todos los sectores, represión y persecución sindical, unas tasas de paro insostenibles, pobreza energética, desahucios y exclusión social.
Todo está provocando una creciente respuesta social, con las distintas mareas tomando las calles y con las luchas laborales cada vez más radicalizadas y politizadas (como la de RTVV). Sin embargo, esta respuesta se está produciendo de forma dispersa. Es más necesario que nunca organizar una respuesta unitaria para frenar a la patronal y a su gobierno. La pelota está en el tejado de los sindicatos de clase. Tienen que dar un paso al frente y convocar, con el apoyo de las organizaciones de izquierdas y los movimientos sociales, una gran Huelga General para exigir la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones generales.
Todo está provocando una creciente respuesta social, con las distintas mareas tomando las calles y con las luchas laborales cada vez más radicalizadas y politizadas (como la de RTVV). Sin embargo, esta respuesta se está produciendo de forma dispersa. Es más necesario que nunca organizar una respuesta unitaria para frenar a la patronal y a su gobierno. La pelota está en el tejado de los sindicatos de clase. Tienen que dar un paso al frente y convocar, con el apoyo de las organizaciones de izquierdas y los movimientos sociales, una gran Huelga General para exigir la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones generales.