La
Fundación O´Belen se encuentra en concurso de acreedores (puedes ver aquí el auto judicial). Tras años
de lucha, ésta va logrando avances cada vez más importantes. Si
O´Belen se encuentra en quiebra financiera se debe en parte a su
nefasta gestión, pero principalmente se trata de una consecuencia
directa de la movilización permanente de numerosos colectivos en
defensa de los derechos de los menores que viven privados de
libertad.
Los
directivos de O´Belen aseguran que todo se debe a los impagos de
distintas administraciones, y que esta situación no afecta a la
calidad de los servicios que presta. Al parecer lo mismo se afirma
desde el comité de empresa. ¿Cómo no va a afectar ni al servicio
ni a los trabajadores que la empresa sea insolvente? Increíble.
Sobre todo si antes de entrar en concurso de acreedores ya se
adeudaban varias nóminas a los trabajadores.
Pero
además, según la Fundación Lealtad (entidad que analiza la
transparencia de las ONGs), las excusas de O´Belen son falsas. Según
se desprende de su último informe sobre O´Belen, su lamentable
situación financiera se debe a dos factores fundamentales: la
pérdida de financiación pública (varios de sus centros fueron
clausurados, ha perdido la gestión de varios centros más y también
de otros servicios, como el programa de acogimiento familiar en
Canarias) y sus chanchulleos con Aspira (empresa de servicios
“solidaria” creada por O´Belen y cuyos clientes también son las
administraciones públicas) y con la Fundación Confías (presidida
por Javier San Sebastián, también presidente de O´Belen).
La
Fundación O´Belen es un ejemplo paradigmático de lo que significa
la privatización de los servicios sociales: un grupo de empresarios
y políticos montan un chiringuito “sin ánimo de lucro”, y a
chupar dinero público a cambio de la sobreexplotación de los
trabajadores y un servicio prestado inaceptable (en este caso,
vulnerando sistemáticamente los derechos de los menores internados
en sus centros).
El
abismo en el que parece encontrarse O´Belen (si todavía se mantiene es gracias al apoyo del PP y de otras entidades como Triodos Bank) nos anima a seguir
luchando, porque encerrando y maltratando no se educa. No pararemos
hasta conseguir unos servicios sociales públicos, auténticamente
democráticos y de calidad.