Este mediodía se ha celebrado una concentración frente a las oficinas
de Fundación Xilema, entidad gestora de pisos de acogida de menores,
donde han reclamado paralizar la modificación de horarios y que se
negocien los cambios.
Este 15 de febrero expira el plazo para aceptar los cambios de horarios, que Fundación Xilema hizo a 10 trabajadores de dos pisos tutelados para menores en protección. Por ello, se han movilizado para protestar frente a las oficinas de Fundación Xilema, en el barrio pamplonés de la Rochapea. Los trabajadores que no acepten “serán recolocados, rescindirán su contrato o se les aplicará un despido, según los casos”.
Según ha manifestado el comité de empresa, Fundación Xilema ha
decidido aplicar la modificación sustancial de condiciones de trabajo de
manera individual para no negociar. Existen sospechas fundadas de que
la medida se trasladará a toda la plantilla, realizándolo de manera
individual y encubriendo un proceso colectivo que va a ser colectivo. De
esta manera imponen la medida, no negocian con el comité de empresa y
tienen “carta blanca”.
“La empresa quiere solucionar un problema de precariedad estructural, poniendo horarios fijos” han denunciado. El problema justificado por la empresa es la falta de continuidad en la intervención provocada por los actuales turnos. Los trabajadores afectados y el Comité de empresa están de acuerdo en esta cuestión, para lo que se han ofrecido a negociar. Sin embargo no comparten el modo en que quieren subsanar el problema, “porque es un parche, no aborda el problema de fondo ¿Por qué no hay continuidad en la intervención? ¿Se ha preguntado la empresa la razón por la que los trabajadores se marchan en estampida de Xilema? ¿Van a hacer algo de una vez? La precariedad y la eventualidad en Xilema son el problema, el tener un convenio que no reconoce ni mínimos estatales.
Según han manifestado, las negociaciones del II Convenio están bloquedas, a pesar tener grandes cuantías económicas en reserva y ser una de las entidades más solventes del sector. “Los trabajadores ven Xilema como una empresa de paso, entran, están un tiempo y se marchan porque no hay opciones de futuro”. Argumentan que “es una pena que trabajadores que les gusta su trabajo no puedan quedarse, porque las condiciones no son dignas. Los menores ven cómo sus educadores no paran de cambiar, terminan por no confiar en ninguno, porque total, saben que tarde o temprano se marcharán. Todo esto con el beneplácito del Gobierno de Navarra y con premios a la gran labor social que realizan. Este es el verdadero problema, ¿Qué va a hacer Xilema ante esto? ¿Y Gobierno de Navarra?” han reclamado.
Por último han invitado a la empresa a que convierta en indefinidos, todos los contratos firmados como obra y servicio durante los últimos meses, “puesto que están cometiendo un fraude y lo saben”.
Comité de Empresa de Fundación Xilema
Xilema Fundazioaren enpresa batzordea