De
nuevo volvemos a desvelar el modus operandi de Intress dentro del
'mercado social'. A la entidad catalana que gestiona el COA, tanto le
da víctimas
de violencia de género, menores en protección que ancianos.
Todos ellos, los más débiles, son susceptibles de negocio. En esta
ocasión exponemos el caso del geriátrico de Alaior
(Menorca) de actualidad por las noticias recientes en medios de
comunicación y que tratamos de visibilizar.
La
historia se remonta a octubre de 2012 con esta noticia: “Alaior
garantiza la continuidad de todo el personal del Geriátrico”.
Aquí la alcaldesa de esta localidad justifica que “en un año
es posible gestionar el centro con un ahorro sustancial” sin
que ello “vaya en detrimento de la calidad del servicio ni de la
pérdida de personal”. Y para ello pone de ejemplo cómo
Intress presentó la liquidación de los seis primeros meses de 2012
consiguiendo reducir 30.000 euros en tres partidas: alimentación,
mantenimiento y limpieza, y personal. Pero el quid de la cuestión es
cuando al final de la noticia dicha alcaldesa afirma con rotundidad
que en el próximo concurso para su gestión: “Se mantendrán
las tres cuidadoras en el turno de mañana y de tarde y dos en el de
noche”.
La
siguiente noticia salta a abril de 2013: “Alaior
propone adjudicar la gestión del Geriátrico a INTRESS”. Aquí
se explica perfectamente lo que a nuestra opinión es una 'subasta'
de servicios sociales. De esta noticia destacamos esta perla: “Según
ha podido saber este diario, la rebaja económica planteada por
INTRESS, con coste cero para el Ayuntamiento, surgía de un ajuste
presupuestario en la partida de personal”.
Y
terminamos con la máquina del tiempo con esta otra noticia también
de abril de 2013: “INTRESS
continuará con la gestión del Geriátrico de Alaior”.
Y de aquí nos quedamos con el último párrafo: “En cuanto a
las condiciones laborales del personal, la mesa señala que las dos
empresas, INTRESS y Clínica Secretari Coloma plantearon reducir la
aportación municipal a cero en base a un futuro proceso de
modificación sustancial de las condiciones de los trabajadores”.
Madre mía, no saben como nos
suena a Educadores en Lucha este famoso eufemismo llamado
'modificación sustancial de las condiciones de trabajo'.
Pues
esta concesión se fue prorrogando anualmente como se contemplaba en
los pliegos, pero por el camino, por arte de magia, se perdió un
cuidador del turno de noche. Parece que el concepto de “mantener”
ratios de la alcaldesa es el de “cumplir” ratios para
Intress. Ahí radica el negocio, en arañar todo lo posible a la
legislación para ahorrar pasta. ¿Legal? Puede ser, pero desde luego
es totalmente contrario a mantener la calidad de atención a los
usuarios por mucho que te lo explique Juan Tamariz.
Sin
embargo, gracias a la presión de familiares de usuarios y a la
política de oposición de Junts
per Lô, a partir del próximo marzo volverá la ratio de dos
educadores por noche. Pero, ¡ojo a la jugada!, que se detalla muy
bien en esta otra reciente noticia: “El
geriátrico de Alaior refuerza el turno de noche con más personal”.
Aquí se explica que el Ayuntamiento llevaba batallando más de un
año por los dos cuidadores de noche, pero que al cumplirse las
ratios que fija la ley no era posible. ¿Y qué ha pasado? Pues en
lugar de prorrogar el concurso un año más, decidió avanzar en la
posibilidad de sacarlo de nuevo a concurso. Y¡tachán! Ahora llega
la magia de la ONG de Intress. Ante esta posibilidad, ha sido cuando
la entidad catalana ha decidido reforzar el turno de noche. Claro y
cristalino. Y si cupiera alguna duda vean otra noticia del pasado 10
de febrero en la que se explica en clave política muy bien la
jugada: 'Junts
per Lô: “El PP pone en un brete a Intress”'.
¡Ve
consejera Broto! Para acabar con los mercaderes de lo social solo
hace falta voluntad política. Que lástima que en el COA de
Zaragoza, menores y educadores sigamos subidos al taburete mientras
Intress toca el organillo.