Manifestación Lunes 2 de julio a las 20h, desde Ópera hasta Banco de España
Desde que comenzó la crisis, más de 350.000 familias se han enfrentado a un proceso de ejecución hipotecaria en nuestro país. En la región de Madrid, cada día unas 50 familias trabajadoras se quedan en la calle como consecuencia de la desmedida voracidad de unos bancos que, durante años, han apostado en el casino financiero con titulizaciones de hipotecas basura, a costa de un bien de primera necesidad para las familias: la vivienda.
Lejos de exigir responsabilidades a los culpables de la crisis, los gobernantes políticos les están regalando millones de euros de las arcas públicas para sanear sus podridas cuentas a costa de más y más recortes sociales en educación, sanidad, servicios sociales…
Por el contrario, la única respuesta que han dado a las familias trabajadoras es un código de buenas prácticas bancarias de adscripción voluntaria que apenas sirve al 4% de las familias afectadas. Papel mojado a cambio de un lavado de cara.
Entre tanto, entidades como Bankia, que ha recibido 24.000 millones de euros o la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que en palabras del ex gobernandor del Banco de España es “lo peor de lo peor”, siguen promoviendo procedimientos de desahucio.
El próximo 4 de julio la PAH se enfrenta a 6 desahucios. 6 nuevas familias que se suman a las miles que les precedieron y que, si no lo impedimos, serán seguidas de miles más. Cientos de miles de familias condenadas a la exclusión social a las que el Estado y el sistema judicial les han cerrado las puertas, incumpliendo de forma sistemática derechos humanos fundamentales reconocidos en tratados internacionales que España ha firmado.
Por todo ello, la PAH exige la inmediata paralización de los desahucios, la aprobación de la dación en pago con carácter retroactivo y el alquiler social para las familias desahuciadas ¡YA!
Porque ¡primero es la gente!, os invitamos a decir ¡BASTA YA! a los desahucios y a la criminalización de las vecinas y vecinos solidarios que acuden a defender a las familias afectadas y a exigir el cumplimiento de derechos humanos fundamentales.
Si no eres tú, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?