Congresos, regalos,
viajes, relaciones personales, ¿cómo influye la industria en el trabajo de los
profesionales de la salud? En Toledo, un 77% de los médicos recibe a diario la
visita de representantes de las farmacéuticas.
Capítulo 2 de la serie 'Farmacéuticas:
razones para el escepticismo'
En el artículo anterior repasábamos
la tendencia de la industria farmacéutica a la repetición de fórmulas exitosas
en forma de medicamentos casi idénticos unos a otros. Las compañías dedican más
del doble a marketing que a I+D. En este sentido, la relación entre
industria y profesionales de la salud es una de las claves para
entender la gran influencia del mercado sobre la prescripción de medicamentos.
La imagen
de representantes farmacéuticos (visitadores)
trajeados a las puertas de hospitales y centros de salud es ciertamente
cotidiana en España. Una encuesta referida al
área de salud de Toledo, por ejemplo, revelaba hace unos meses que un
98,4% de los médicos recibe a visitadores y un 77,8% lo hace a
diario. El promedio asciende 10,2 visitas semanales por facultativo.
Por una parte, es innegable la necesidad de obtener información de nuevos
tratamientos, pero habida cuenta de que esta información suele deslizarse con
frecuencia hacia la promoción, ¿hasta qué punto es ético que
los médicos dediquen tiempo de su función pública atendiendo estas visitas?
Los fármacos que no
suponen una avance médico significativo van asociados a una intensa campaña de
promoción, fundamentalmente dirigida a los profesionales de la
medicina. Las compañías son muy conscientes del poder de los facultativos,
responsables en última instancia de lo que se receta y de lo que no. La
industria se encarga directamente de la organización de congresos y demás actos
formativos, y continuamente agasaja a los médicos con
obsequios que van desde un bolígrafo hasta viajes de placer y dinero en efectivo(1). La
opulencia de estas reuniones llevó en 2003 a la revista British Medical Journal
a caricaturizar en su portada a médicos como cerdos comiendo y jugando al golf
con los “reptiles de la industria” (ver imagen). Uno de los artículos de ese número, que
pretendía servir de guía a la difícil relación de los médicos con las
farmacéuticas, se titulaba “Cómo bailar con puercoespines”(2).
Como resultado de estos
“actos formativos” se crea un sentimiento de deuda en los
médicos que, consciente o inconscientemente, es devuelto en forma de
prescripción. Esto no quiere decir que todos los médicos respondan
favorablemente a los regalos de las compañías, pero el dinero invertido por
éstas, que no se caracterizan por su ánimo filantrópico, es indudablemente
recuperado. Curiosamente, un estudio publicado en American Journal of
Medicine refleja cómo en EEUU un 61% de los médicos considera nula
la influencia de la industria en su práctica pero, al ser preguntados
acerca de otros médicos de su entorno, esta cifra se reduce al 10% (3).
Además, las
farmacéuticas no sólo se dirigen a médicos sino también al personal de
enfermería, responsable de prescribir diversos efectos y accesorios, controles
de glucosa o curas locales de pacientes inmovilizados que sufren de úlceras e
incontinencia urinaria. Un mercado cada vez mayor en España por el
envejecimiento de la población.
Un ejemplo de la
promoción de medicamentos es la lenta incorporación de genéricos. La
prescripción de genéricos en España es de las más bajas de los países de la
Unión Europea: en 2006, nueve de los 10 medicamentos más vendidos en nuestro
país eran de “nueva generación”, sujetos a patente y notablemente más caros (4).
Los médicos del Servicio Gallego de Salud han denunciado recientemente el
condicionamiento que supone la financiación de la práctica totalidad
(90%) de actos formativos por parte de las farmacéuticas. Esto se
traduce en una muy
baja prescripción de genéricos en Galicia que supone un gasto
extra aproximado de 36 millones de euros anuales.
En teoría, los nuevos
medicamentos generan más incertidumbre entre los facultativos que los
medicamentos conocidos ya que no han sido probados en la población general. En
igualdad de condiciones, se insta a los médicos a que receten los fármacos más
establecidos frente a aquellos novedosos y con beneficios dudosos (5).
Los riesgos de emplear moléculas nuevas quedan demostrados con la retirada, a
veces en situaciones dramáticas, de medicamentos con efectos secundarios
peligrosos como la talidomida, el practolol o la cerivastina por citar algunos.
Aunque resulte paradójico, mientras la mayor parte de la población mundial no
tiene acceso a tratamiento alguno para enfermedades graves como la malaria, los
efectos indeseados de medicamentos en EEUU se consideran la cuarta causa de
muerte por detrás del infarto, el cáncer y el ictus, pero por delante
de los accidentes de tráfico o el SIDA(6).
La publicación de
estudios sobre nuevos tratamientos ha sido ampliamente criticada por su sesgo y
falta de credibilidad. Un editorial de la revista médica BMJ
apuntaba a la benevolente interpretación de datos por parte de estudios
financiados por la industria (7). Entre estos estudios,
publicados en revistas de prestigio, un 55% de datos favorables se traducía en
un 92% de conclusiones favorables. Estas conclusiones son las que los
visitadores presentarán a los médicos, sin profundizar demasiado en los datos
científicos. Otro artículo apunta a la publicación selectiva de resultados
positivos para antidepresivos. De un total de 74 estudios realizados, 37 fueron
publicados con resultados positivos, mientras que sólo 11 de los 33 estudios
con resultados negativos o cuestionables fueron publicados, y de una manera
excesivamente benevolente, según los autores del artículo (8).
Es por tanto esencial
que los profesionales de la medicina sean especialmente cautos con respecto a
los nuevos medicamentos. Como indica Marcia Angell, preguntar a una
farmacéutica sobre la eficiencia de un medicamento es similar a seguir los
consejos de una empresa cervecera acerca del alcoholismo (9).
Existen diversas asociaciones independientes que comparten el objetivo de
promover una relación sana de las farmacéuticas con los
médicos. Recientemente, se ha creado un grupo
de visitadores médicos independientesdentro del Programa de Formación
en Práctica Clínica Basada en la Evidencia, para proporcionar información
fiable a los facultativos. Además, plataformas internacionales como“No free lunch”, “healthy skepticism” ó “No
gracias” se concentran en denunciar los efectos nocivos de la
promoción de medicamentos. Su labor de concienciación pretende cambiar la
actitud de los médicos frente al acoso de la industria y les insta a adoptar
una posición más crítica donde las evidencias científicas y la salud de los
pacientes sean prioritarios.
En un artículo
recientemente publicado en New England Journal of Medicine titulado “ El
legado de Neurontin; marketing a través de desinformación y manipulación”
se desvela la trama de mercadeo que lleva a convertir determinados fármacos en
superventas (10). A pesar de haber sido aprobada para un caso
muy particular de ataques epilépticos, la campaña de Parke-Davis consiguió que
Neurontin se acabara prescribiendo para otras muchas patologías no
testadas en los ensayos clínicos como migrañas, trastornos bipolares y
dolor. “Con los médicos (…), ahí es donde tenemos que estar, sosteniéndoles la
mano y susurrándoles al oido, Neurontin para el dolor, Neurontin para
bipolares, (…) Neurontin para todo. No quiero ver a un sólo paciente que
suspenda el tratamiento antes de tomar al menos 4800mg/día”, así preparaban a
los comerciales de la compañía. Mediante el marketing agresivo, la participación
de expertos pagados en diversos eventos educativos y la publicación por encargo
de artículos científicos sesgados, las ventas se dispararon de 98
millones de dólares anuales en 1995 a casi 3.ooo millones en 2004. Gracias
a una comercialización ilegal de usos no probados por los que Warner-Lambert se
declaró culpable en mayo de 2004 y tuvo que pagar 430 millones de dólares para
resolver responsabilidades civiles y penales. Más recientemente, en septiembre
de 2009, Pfizer ha sido condenada a pagar la mayor multa de la historia (2300 millones de
dólares) por la promoción ilegal de cuatro medicamentos, uno
de los cuales (el analgésico Bextra) ya había sido retirado por razones de
seguridad.
La sociedad actual
precisa una comunidad médica con capacidad de crítica ante la creciente presión
de la industria en su práctica. En una conferencia ante
estudiantes de medicina en Harvard, Marcia Angell instaba a los futuros médicos
a reflexionar sobre su papel: “Según la estimaciones más conservadoras un 20%
del precio total de los medicamentos es consecuencia directa de la promoción
entre los médicos. Es realmente inaceptable que uno de los sectores más
privilegiados de la sociedad sea beneficiario de tal suma de dinero a expensas
del resto de la población”.
Referencias:
1. Martín Moreno, S.
2001. Ética de la prescripción. Conflictos del médico con el paciente, la
entidad gestora y la industria farmacéutica. Medicina Clínica Vol.116 Núm.
8 http://www.doyma.es/revistas/ctl_servlet?_f=7216&articuloid=15291
2. British Medical Journal. 31 May 2003, volume 326,
Issue 7400. http://www.bmj.com/content/326/7400.toc y artículo dentro del volumen: Wagner E, How to
dance with porcupines: Rules and guidelines on doctors´ relations with drug
companies http://www.bmj.com/content/326/7400/1196.extract
3. Steinman MA et al. 2001. Of principles
and pens: attitudes and practices of medicine housestaff toward pharmaceutical
industry promotions. Am J Med. May;110:551-7. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11347622
4. Laporte, R.
2006. Proyecto de Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Productos
Sanitarios: http://www.matriz.net/caps2/ponencies/LMlaporte.pdf
5. Martín Moreno, S.
2005. Ética y utilización de nuevos medicamentos. FMC, 12(8):519-21.http://www.jano.es/revistas/ctl_servlet?_f=7264&articuloid=13079581&revistaid=45#popAlert
6. Laporte, R. 2005.
Prólogo para el libro de Jorg Blech “Los inventores de enfermedades”. http://www.osalde.org/drupal-5.1/files/boletines/opiniones/OPiniones_11-05.pdf
7. Epstein, RA. 2007. Influence of
pharmaceutical fundings on the conclusions of meta-analyses. BMJ335 : 1167.
http://www.bmj.com/cgi/content/extract/335/7631/1167
8. Turner, EH et al. 2008. Selective
publication of antidepressant trails and its influence on apparent
efficacy. N Engl J Med; 358:252-260 http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMsa065779
9. Angell, M. 2000. The pharmaceutical Industry-to
whom is it accountable? N Eng J Med 342; 1902-1904. http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJM200006223422509
10. Landerfeld CS et al. 2009. The Neurontin Legacy:
Marketing through misinformation and manipulation. N Engl J Med; 360:103-6. http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp0808659
Periodismo Humano
10. Landerfeld CS et al. 2009. The Neurontin Legacy:
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