En un estado de derecho como el nuestro, todo se hace siempre por el bien superior del menor. Eso es lo que nos dicen pero...¿esto es verdad? A la vista está que no es así. Nos referimos a lo sucedido hoy en Valencia, donde tres niños (de 10 y 13 años) han sido separados de su madre por decisión judicial, para entregárselos a su padre y que éste se los lleve a México. En nuestra opinión (y sin entrar a valorar los argumentos del padre o de la madre, ni los preceptos judiciales utilizados), obligar a unos niños a separarse de su madre para irse a vivir a otro continente en contra de su voluntad es una aberración. Y especialmente aberrante por las formas en que se ha producido, con actuación policial incluida para arrancar a unos niños del seno de su comunidad. Quien de verdad sabe cuál es su interés son los propios niños, que por activa y por pasiva han expresado no sólo que quieren seguir viviendo con su madre, sino que incluso han expresado públicamente que no quieren vivir con su padre. Su opinión y voluntad es lo que debería prevalecer en todos estos casos. Todo lo demás es un atentado contra los menores. Más información sobre el caso en Público.
Por desgracia, éste no es un hecho aislado. Pinchando aquí se accede a otro caso similar. Los menores son personas no sólo con derechos, sino con voluntad propia, deseos, sueños, sentimientos, vínculos...que no pueden ser violentados de esta manera. La voluntad de los menores debe ser respetada, sin excusas.