Por indicación directa de su
neurólogo (Libardo sufría de una seria afección en fase de estudio) y en
respuesta a la consulta telefónica realizada por el CEIMJ Juslibol acerca de
posibles alergias a medicamentos, la familia había comunicado que bajo ningún
concepto le fuesen suministrados psicofármacos al chico.
Citamos aquí un fragmento muy
relevante del citado informe –cuyas propuestas han recibido el más absoluto
silencio como respuesta por parte de la administración y los organismos
competentes en nuestra Comunidad Autónoma: " En materia de salud mental, el
caso del centro de reforma de Juslibol nos parece especialmente grave. […] El
consumo de psicofármaco es muchísimo mayor a los niveles que podían encontrarse
en períodos anteriores. No en vano, por encima de las condiciones que exige la
DGA para la prestación del servicio, FAIM incorpora un psiquiatra en plantilla
con dedicación exclusiva a los menores de este centro. Hasta ese momento, los
menores que necesitaban atención psiquiátrica la recibían en un recurso
externo, normalizado e independiente del centro. Este cambio de orientación es
de suma importancia. […] Nos referimos a un hecho que es habitual en el centro
de reforma: medicar con mediciones psiquiátricas indicadas para trastornos y
enfermedades mentales severas a menores que en ningún momento les han sido
diagnosticadas (capítulo f2, página 47)".
Grupo de Menores de ASAPA. Zaragoza, 19 de marzo de 2013