Esta mañana a las 10:30h Rajoy anunció, en una breve comparecencia, la inminente abdicación del rey Juan Carlos. La monarquía, una institución heredada del franquismo, está completamente desprestigiada. Lo está por su respaldo a la política de recortes, por su implicación en la corrupción, por su vida de lujo y derroche al margen de sufrimiento de la mayoría, por su carácter reaccionario y antidemocrático, por ser uno de los pilares del esquema de dominación de los capitalistas durante los últimos cuarenta años.
El varapalo que se llevaron el PP y el PSOE en las elecciones europeas del 25 de mayo, unido al importantísimo incremento del voto a Izquierda Unida y la irrupción de Podemos han encendido todas las luces de alarma de la clase dominante. Sabe que en la próximas elecciones generales la derecha y la socialdemocracia serán duramente castigados e Izquierda Unida y Podemos pueden obtener unos muy buenos resultados e incluso ganar las elecciones. En todo caso, la burguesía no tiene ninguna garantía de que los parlamentarios del PP y del PSOE sumen mayoría absoluta en la próxima legislatura, por lo que han decidido precipitar el intento de lavado de cara de la monarquía y el nombramiento de Felipe como nuevo rey.
La intensa movilización social de los últimos años, desde el15-M, el surgimiento de la PAH, la Marea Verde, la Marea Blanca, la marcha minera, la lucha del barrio de Gamonal, las huelgas generales, las huelgas obreras de gran impacto con la de la recogida de basura viaria, Panrico o Coca Cola, las marchas de la dignidad del 22-M, la lucha estudiantil y un largo etcétera, han sido clave para crear, sostener y alimentar un clima político favorable entre amplios sectores de la juventud, de la clase obrera e incluso de las capas medias empobrecidas por la crisis, hacia las opciones de izquierdas comprometidas con la lucha en las pasada elecciones. El varapalo que se ha llevado el PP, la dimisión de Rubalcaba y la profunda crisis en la que se ha sumido el PSOE y ahora la caída del rey Juan Carlos son enteramente productos de la movilización social.
No podemos permitir el lavado de cara de la monarquía. Es fundamental que IU, Podemos y otras las organizaciones de la izquierda impulsen inmediatamente manifestaciones de masas para exigir:
- ¡Abolición de la monarquía! Convocatoria de un referéndum democrático para acabar con esta institución reaccionaria heredada del franquismo
- Ni recortes, ni retrocesos de nuestros derechos democráticos
- ¡Elecciones ya! Por un gobierno de izquierdas para llevar adelante una auténtica política socialista y revolucionaria a favor de la mayoría
- ¡Por una República Socialista!
- ¡Sí se puede!
Concentraciones en las principales plazas de las ciudades a las 20 horas para exigir el referendum (En Madrid, en Sol).