En mayo de 2015 millones nos emocionamos con la llegada al poder municipal de una izquierda transformadora. Los llamados ayuntamientos del cambio reflejaban el cambio social en marcha. Por fin, fruto de años de movilizaciones en la calle, echábamos a la derecha de ayuntamientos tan importantes como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Cádiz.
Sin embargo, año y medio después, muchas de esas ilusiones se han disipado. Porque aunque se nota que no gobiernan los de siempre, es cierto que ese cambio no es tan profundo como esperábamos. Quizá el mayor fiasco se está produciendo en Madrid, donde el Ayuntamiento no hace más que defenderse (y mal, porque no se pide perdón a los obispos) de los furibundos ataques del facherío (y de la prensa "progresista"). Sin embargo, en el día a día, no se aprecian cambios importantes.
Además Ahora Madrid ha decidido incumplir su programa electoral. No se municipaliza y punto. De hecho, Marta Higueras (número 2 de Manuela Carmena y Delegada del Área de Equidad, Servicios Sociales y Empleo) apuesta abiertamente por mantener la privatización de los Servicios Sociales dependientes del Ayuntamiento, dejando las necesidades sociales de la ciudadanía y las condiciones de trabajo de quienes nos dedicamos a esto de la "Intervención Social" en manos de empresas (unas disfrazadas de ONG y otras ya sin disimular) que incumplen sistemáticamente las distintas normativas laborales (desde el Convenio de Acción e Intervención Social hasta la Ley de Prevención de Riesgos Laborales), con la complicidad del Ayuntamiento de Madrid.
Además Ahora Madrid ha decidido incumplir su programa electoral. No se municipaliza y punto. De hecho, Marta Higueras (número 2 de Manuela Carmena y Delegada del Área de Equidad, Servicios Sociales y Empleo) apuesta abiertamente por mantener la privatización de los Servicios Sociales dependientes del Ayuntamiento, dejando las necesidades sociales de la ciudadanía y las condiciones de trabajo de quienes nos dedicamos a esto de la "Intervención Social" en manos de empresas (unas disfrazadas de ONG y otras ya sin disimular) que incumplen sistemáticamente las distintas normativas laborales (desde el Convenio de Acción e Intervención Social hasta la Ley de Prevención de Riesgos Laborales), con la complicidad del Ayuntamiento de Madrid.
Pero eso que llaman sociedad civil no se termina de rendir. Este fin de semana tenemos dos citas ineludibles: un taller en Madrid que nos ayudará a desmontar los zafios argumentos que ciertos "políticos del cambio" y burócratas sindicales utilizan para oponerse a la municipalización, y una manifestación en defensa del empleo y por la municipalización en Leganés. Desde el Colectivo No a O´Belen llamamos a participar en ambos eventos. El cambio nunca llegará mientras nuestras ciudades (y por tanto nuestras vidas) sigan en manos de los de siempre.
La Plataforma de Trabajador@s y Vecin@s por la Remunicipalización y Gestión Directa de los Servicios Públicos de Madrid organiza su cuarto taller. En esta ocasión, se tratará la cuestión de la incorporación de las plantillas en los procesos de remunicipalización. Porque sí es posible municipalizar un servicio manteniendo los puestos de trabajo (lo que hace falta es querer hacerlo).
El Ayuntamiento de Leganés (PSOE e IUCM), incumpliendo sus promesas de remunicipalización, ha vuelto a licitar la gestión de Zonas Verdes, incluyendo una rebaja económica cercana al 30% en el nuevo pliego. Esta situación llevó a que la plantilla se movilizara exigiendo la municipalización y el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. El alcalde, el "socialista" Santiago Llorente, garantizó durante las jornadas de huelga el mantenimiento de todos los puestos de trabajo. Sin embargo, lo primero que ha hecho la empresa adjudicataria, Althenia, ha sido despedir a tres sindicalistas de CGT (al presidente del comité de empresa, a un delegado y a otro afiliado). Un claro ejemplo de represión y persecución sindical.
Una nueva traición del PSOE que a estas alturas ya no sorprende a nadie. Y que tampoco puede sorprendernos en el caso IUCM. Estas siglas esconden a aquellas personas expulsadas de IU tras el escándalo de las tarjetas black (y muchos otros) y que actualmente se agrupan en Convergencia de la Izquierda, un chiringuito lamentable para intentar seguir "pintando" algo.
Ante esta situación, la plantilla vuelve a la lucha, planteando la necesidad de municipalizar la gestión de las zonas verdes como única manera de asegurar tanto unas condiciones laborales dignas como un servicio de calidad.
Ante esta situación, la plantilla vuelve a la lucha, planteando la necesidad de municipalizar la gestión de las zonas verdes como única manera de asegurar tanto unas condiciones laborales dignas como un servicio de calidad.