sábado, 14 de abril de 2018

La Zurda y el machismo de izquierdas

Hace unos días nos llegó el comunicado emitido por el vocalista de la banda Punk Panther, sobre los motivos de la repentina disolución del grupo. Los motivos no fueron otros que las "agresiones machistas perpetuadas por los miembros varones que en el momento del lanzamiento del disco “Al Acecho” formaban oficialmente parte del grupo y que ahora se encuentran en la banda musical La Zurda". Puedes leer el comunicado completo aquí. Todo nuestro apoyo a la víctima y al compañero que ha decidido no mirar para otro lado.

A día de hoy los distintos sectores de las izquierdas (políticos, sindicales, sociales, culturales...) se encuentran en una situación delicada respecto al posicionamiento en cuanto al feminismo. Es bien sabido por todas que vivimos en una sociedad machista, los valores transmitidos, los roles, las creencias de género, etc. se reproducen en todas sus formas, y en todos los contextos y dan lugar a situaciones peculiares y peligrosas. De repente, y sin haber tenido noticias hasta entonces de la lucha feminista, todas las organizaciones, asociaciones, sindicatos, grupos de música, okupas, etc. han abrazado al feminismo como si les fuera propio. Parece que está feo no reconocerse feminista en estos círculos. Las feministas no nos quejamos, pero sí nos resultan gravemente preocupantes las posiciones y la utilización que se está haciendo de esta lucha. 


Tenemos compañeros que efectivamente están deconstruyendo su masculinidad y revisando sus lugares de privilegio por el simple hecho de ser hombres, están leyendo y escuchando, e intentando (como muchas de nosotras) entender teóricamente el feminismo para posteriormente llevarlo a la práctica diaria, estos no son el problema. Sabemos que no es tarea fácil. Este perfil de compañero es el que entendemos aliado en la lucha feminista, en la de clase, en la anticolonial, antifascista, etc. 

El problema es la actitud de un importante grupo de compañeros que han tenido, tienen y tendrán actitudes machistas porque se mantienen constantemente en lugares de privilegio, discutiendo y dando lecciones a las compañeras de cómo debemos pegarnos la vida, la nuestra, la de las mujeres. Como si necesitáramos tutela. Intentando seguir siendo “el príncipe azul” que nos va a salvar de todos los males, incluso del machismo que él mismo provoca. Tratando a las compañeras con condescendencia cuando hablas de violencia en las asambleas, y haciendo mofa con respecto a nuestras denuncias en las organizaciones políticas de izquierdas.

Acosan, cosifican, desvalorizan, humillan, no respetan y sobre todo invisibilizan las situaciones y actitudes machistas. También aparece el “compañero” que alza el puño y la bandera morada pero luego llega a su casa y maltrata a su pareja, hija, madre o hermana. Estos sí son un problema, y desde luego serán un fracaso de las organizaciones que sigan llamándose anticapitalistas y feministas.

Será un fracaso si se permite que entre su militancia crezca y se reproduzca el terrorismo machista en cualquiera de su formas. Tenemos un reto importante las que de verdad queremos dar la batalla en estos contextos, ya que la reacción de sectores importantes de la izquierda está siendo tremenda. Se desvaloriza el movimiento poniendo en tela de juicio todas nuestras acciones y boicoteando la lucha real. Recordamos que el feminismo es una ideología política que lucha contra todas las formas de opresión, todas. 


Es necesario identificar a estos “compañeros” cuanto antes y que sean expulsados con urgencia de nuestras organizaciones. Es necesario que se asuma el feminismo desde el conocimiento profundo de las múltiples opresiones que provoca, y no como un intento oportunista de ganar puntos como organización política o social. Se os va a ver el machismo enseguida y va a ser un absoluto ridículo. También es necesario que se faciliten los espacios de protección de las mujeres, sobre todo a las que ya han sufrido violencia. Sin juzgar. 


Es un reto importante para la sociedad, pero las organizaciones políticas y sociales de izquierdas deben tomar la delantera y posicionarse claramente en contra del machismo, pero con actitudes, con formación, con toma de decisiones rápidas con respecto a las denuncias de las compañeras que se ven agredidas en estos espacios,  con lucha en la calle al lado del movimiento feminista, reivindicando los derechos y libertades de las mujeres identificando primero los lugares de privilegio personales,  bajando a los grandes “líderes” y "gurús" de sus pedestales y permitiendo a las compañeras acceder a todas las tareas y responsabilidades de las organizaciones, y sobre todo con un nivel de conciencia suficiente como para entender que sí, vosotros sois la parte opresora…..por muy rojos que os hayáis visto hasta ahora.  

Y sin esta identificación como parte importante del problema, no va a haber conciencia jamás y por tanto la lucha feminista va a ser un claro postureo. Es imposible identificarse con el lugar de la izquierda y tener comportamientos machistas. No son compañeros no nos hagamos líos, y desde luego no les queremos cerca.