La sección única del sindicato
CGT en el Ayuntamiento de Madrid y sus organismos autónomos denuncia que
el Centro municipal de Acogida San Isidro (CASI) para personas sin
hogar está en una situación crítica de personal. Hay momentos en los que
tres trabajadores atienden a 268 usuarios, en situaciones muy
conflictivas.
Según explicó un portavoz
de la organización, la situación es el resultado de la política de
personal llevada a cabo por el anterior Ejecutivo municipal, a la que el
nuevo equipo de Gobierno no ha dado soluciones. Así, a pesar de que en
2014 el Área de Servicios Sociales, entidad de la que depende el centro
acordó con las centrales sindicales un incremento de plantilla, la
situación se ha vuelto crítica. Durante años, no se han cubierto la tasa de reposición de trabajadores, ni los traslados.
Es más, desde diciembre, el Consistorio no ha cubierto ni los
traslados, ni las bajas por maternidad o enfermedad, ni las vacantes, ni
las renuncias.
En estas circunstancias, explican desde CGT, la situación supone que los equipos de trabajadores han tenido que reducirse a cinco profesionales, servicio mínimo pactado en la mesa laboral sobre este servicio, celebrada en enero de 2015. No obstante, como consecuencia de la falta de cobertura de operarios, según el sindicato no solo no se cubren los efectivos mínimos, sino que se dan turnos en los que tan solo hay tres o cuatro personas.
Esa carencia de personal redunda, según narra dicho portavoz, además de en una incapacidad de realizar todas las tareas necesarias, en un problema de inseguridad para trabajadores y usuarios, pues el CASI es un servicio municipal con "situaciones muy conflictivas, en ocasiones muy violentas, y con usuarios que presentan diferentes patologías, en su mayoría asociadas al consumo de sustancias tóxicas". Entre otros problemas, los operarios y habitantes del centro sufren intentos de agresión, insultos, crisis por consumo, riesgo de adquirir enfermedades infectocontagiosas, y las situaciones de riesgo derivadas de actividades en el comedor, el apoyo en duchas y la realización de protocolos socioasistenciales. Además, tienen que atender a usuarios con movilidad reducida y problemas de salud.
Desde CGT aseguran que la dirección del centro solo ha trasladado las quejas de los trabajadores al jefe de departamento, sin que haya habido ninguna respuesta hasta ahora. Y, además, apostillan que el acuerdo firmado, en el que no participó esta organización al considerarlo insuficiente, está cargado de buenas intenciones pero que no se está cumpliendo. "Pensábamos que con la entrada del Gobierno de Ahora Madrid la cosa iba a cambiar, en vista de su política social, pero no recibimos respuesta alguna del Área". Este portavoz concluye: "¿Qué tiene que pasar en el CASI para que alguien actúe: un apuñalamiento, un suicidio, una muerte por sobredosis, un ahogamiento durante la comida, otra agresión a los profesionales?".
Fuentes del Área de Equidad, Familia y Servicios Sociales explicaron a este periódico digital que hasta fecha de hoy, en el turno de tarde hay cuatro trabajadores cubriendo las necesidades del centro y que se intentará seguir así, por ahora. No obstante, inciden en la necesidad de que la Gerencia de la Ciudad -responsable del personal municipal- agilice la cobertura de vacantes y bajas de larga duración en dicho servicio.
En estas circunstancias, explican desde CGT, la situación supone que los equipos de trabajadores han tenido que reducirse a cinco profesionales, servicio mínimo pactado en la mesa laboral sobre este servicio, celebrada en enero de 2015. No obstante, como consecuencia de la falta de cobertura de operarios, según el sindicato no solo no se cubren los efectivos mínimos, sino que se dan turnos en los que tan solo hay tres o cuatro personas.
Esa carencia de personal redunda, según narra dicho portavoz, además de en una incapacidad de realizar todas las tareas necesarias, en un problema de inseguridad para trabajadores y usuarios, pues el CASI es un servicio municipal con "situaciones muy conflictivas, en ocasiones muy violentas, y con usuarios que presentan diferentes patologías, en su mayoría asociadas al consumo de sustancias tóxicas". Entre otros problemas, los operarios y habitantes del centro sufren intentos de agresión, insultos, crisis por consumo, riesgo de adquirir enfermedades infectocontagiosas, y las situaciones de riesgo derivadas de actividades en el comedor, el apoyo en duchas y la realización de protocolos socioasistenciales. Además, tienen que atender a usuarios con movilidad reducida y problemas de salud.
Desde CGT aseguran que la dirección del centro solo ha trasladado las quejas de los trabajadores al jefe de departamento, sin que haya habido ninguna respuesta hasta ahora. Y, además, apostillan que el acuerdo firmado, en el que no participó esta organización al considerarlo insuficiente, está cargado de buenas intenciones pero que no se está cumpliendo. "Pensábamos que con la entrada del Gobierno de Ahora Madrid la cosa iba a cambiar, en vista de su política social, pero no recibimos respuesta alguna del Área". Este portavoz concluye: "¿Qué tiene que pasar en el CASI para que alguien actúe: un apuñalamiento, un suicidio, una muerte por sobredosis, un ahogamiento durante la comida, otra agresión a los profesionales?".
Fuentes del Área de Equidad, Familia y Servicios Sociales explicaron a este periódico digital que hasta fecha de hoy, en el turno de tarde hay cuatro trabajadores cubriendo las necesidades del centro y que se intentará seguir así, por ahora. No obstante, inciden en la necesidad de que la Gerencia de la Ciudad -responsable del personal municipal- agilice la cobertura de vacantes y bajas de larga duración en dicho servicio.