A lo largo de este curso académico, la
Junta de Andalucía ha comenzado a reclamar a decenas de jóvenes
andaluces la devolución de la beca 6000 que solicitaron en el curso
2014/2015. La excusa con la que exigen la devolución de esta beca es
haber superado el porcentaje de faltas permitido. Esto coloca a las
familias que se ven obligadas a devolverla en una situación angustiosa.
El gobierno de Susana Díaz que
defiende de palabra la educación pública no ha hecho otra cosa que
atacarla aplicando los recortes de la misma forma que el gobierno
central. Desde el año 2012 la Junta de Andalucía ha dejado la educación
pública en una situación de emergencia total: con el despido de más de
5000 profesores, el aumento de horas lectivas del profesorado, no
cubriendo las bajas al menos hasta un mes después de producirse, y
rebajando el presupuesto para la beca 6000 en 15 millones. No contentos
con este desastre, ahora reclama la devolución de esta beca a alumnos
que han cumplido con los requisitos para que se les concediera, bajo la
excusa de haber superado el 15% de faltas.
A quien afecta la exigencia de
devolución de esta beca es precisamente a los jóvenes de familias más
humildes. Familias que solicitaron la beca porque les era completamente
necesaria para pagar los estudios y que cumplían con todos los
requisitos económicos y académicos para que se les concediera. Estas
familias recibieron el dinero porque acreditaron ante la Junta que sin
ella sus hijos no podrían continuar estudiando y dedicaron el importe de
esa beca a cubrir los gastos de sus estudios. Pero a la Junta parece
que todo esto le da igual y reclama ahora la devolución de un dinero que
las familias ya han gastado y por tanto no pueden devolver.
Un porcentaje de faltas injusto que asfixia a los jóvenes con más dificultades
Desde el Sindicato de Estudiantes nos
oponemos a que superar la barrera del 15% de faltas sirva de excusa para
exigir la devolución de la beca. Este porcentaje supone una gran
dificultad para los estudiantes de familias humildes que, muchas veces,
tienen que compaginar los estudios con trabajo, ayudar en casa o cuidar a
familiares enfermos o a niños pequeños.
Resulta incomprensible que la Junta
reclame la devolución de las becas ahora, después de dos años. Si el
gobierno de Susana Díaz no tiene dinero para pagar las becas del próximo
curso que lo saque de otro lado, de impuestos a los ricos, a los bancos
o a la iglesia, pero no de asfixiar a las familias humildes que
necesitan esa ayuda. Y más en una comunidad donde el paro y la
precariedad laboral golpea con virulencia e impide a las familias
garantizar unos estudios dignos a sus hijos por no poder pagarlos.
El gobierno deja sin becas a cientos de estudiantes en todo el Estado
La situación en el resto del estado no
es muy diferente a la que vivimos en Andalucía. Los jóvenes que
queremos seguir formándonos cada vez lo tenemos más difícil. Al aumento
de las tasas en FP y en la Universidad se une la disminución del
presupuesto para las becas a nivel estatal, que supone este curso la
negación de cientos de becas por parte del Ministerio de Educación, que
dependen del gobierno central, por motivos académicos (no alcanzar el
6,5 de nota media) y de patrimonio (tener más de 1700 euros de
patrimonio, sin importar cuantas personas formen el núcleo familiar).
Desde el Sindicato de Estudiantes exigimos al gobierno de Susana Diaz y
al gobierno central que frenen los ataques a la educación pública.
Queremos becas suficientes para que todos los jóvenes podamos estudiar,
independientemente de la situación económica de nuestras familias.
¡Basta de negarnos nuestro derecho a la formación y a la cultura!
¡Los hijos de la clase trabajadora queremos estudiar!